Flanqueada por sus hijos y su madre Angela Jeria, Bachelet habló ante miles de simpatizantes en un escenario montado en la céntrica avenida Alameda de Santiago.
La flamante presidenta electa aseguró que se trata de un momento «histórico» para el país, que «ha decidido que es momento de hacer transformaciones de fondo» como la educación universitaria gratuita, la reforma tributaria o la nueva Constitución que ella propone.
Bachelet también mencionó a los estudiantes que en 2011 gatillaron las mayores protestas en Chile desde la democracia, exigiendo educación pública gratuita y de calidad.
«El lucro no puede ser el motor de la educación, la educación no es una mercancía, los sueños no son un bien de mercado, es un derecho de todos», dijo la socialista.
«No va a ser fácil, pero ¿cuando fue fácil cambiar el mundo para mejor?», se preguntó Bachelet ante sus seguidores.
Ataviada con un pantalón y camisa orientales, la socialista de 62 años recordó a todos aquellos que murieron en dictadura, y rindió un especial homenaje a su padre, quien «no ha dejado de acompañarme un solo día de mi vida», dijo.
Alberto Bachelet fue general de la Fuerza Aérea que murió torturado por sus subalternos por mantenerse fiel al gobierno del derrocado Salvador Allende.
AFP
Flanqueada por sus hijos y su madre Angela Jeria, Bachelet habló ante miles de simpatizantes en un escenario montado en la céntrica avenida Alameda de Santiago.
La flamante presidenta electa aseguró que se trata de un momento «histórico» para el país, que «ha decidido que es momento de hacer transformaciones de fondo» como la educación universitaria gratuita, la reforma tributaria o la nueva Constitución que ella propone.
Bachelet también mencionó a los estudiantes que en 2011 gatillaron las mayores protestas en Chile desde la democracia, exigiendo educación pública gratuita y de calidad.
«El lucro no puede ser el motor de la educación, la educación no es una mercancía, los sueños no son un bien de mercado, es un derecho de todos», dijo la socialista.
«No va a ser fácil, pero ¿cuando fue fácil cambiar el mundo para mejor?», se preguntó Bachelet ante sus seguidores.
Ataviada con un pantalón y camisa orientales, la socialista de 62 años recordó a todos aquellos que murieron en dictadura, y rindió un especial homenaje a su padre, quien «no ha dejado de acompañarme un solo día de mi vida», dijo.
Alberto Bachelet fue general de la Fuerza Aérea que murió torturado por sus subalternos por mantenerse fiel al gobierno del derrocado Salvador Allende.
AFP