El gobierno venezolano anunció el lunes que espera reformar una vez más su complejo sistema de control de cambios con el objetivo de obtener más bolívares por cada dólar que vende.
El vicepresidente del área económica y presidente de Petróleos de Venezuela SA, Rafael Ramírez, anunció que el principal sistema de administración de divisas (Cadivi), en el que el dólar se cotiza a 6,30, se retirará progresivamente y el actual sistema complementario (Sicad), donde los dólares se venden en subasta pública a una tasa no revelada oficialmente, será tomado como referencia principal.
Informes no oficiales estiman que en el Sicad, o Sistema Complementario de Administración de Divisas, el dólar se vende a alrededor de 11 bolívares. El sistema fue introducido en febrero y, según anunció Ramírez, tendrá «mayor fortalecimiento» en 2014.
En Venezuela rige hace 10 años un control de divisas que deja en manos del Estado el control y gestión del mercado cambiario, articulado a través de éstas y otras entidades.
El presidente de PDVSA dijo que, como parte de la «fase dos» de la «ofensiva económica», «las inversiones petroleras que lleguen al país, así como las operaciones de venta de oro, que hace el Banco Central, tendrán como referencia el Sicad».
De igual forma, Ramírez dijo que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, decidió también que «todos los dólares que van a ingresar por la actividad turística serán a la tasa preferencial del Sicad».
La medida entra en vigencia este lunes.
¿Una devaluación silenciosa?
«Muchos interpretan el anuncio de Ramírez como el inicio de lo que llaman una ‘devaluación silenciosa’ que no conlleva el costo político de una devaluación normal», dice el corresponsal de BBC Mundo en Caracas, Daniel Pardo.
«Aunque el gobierno asegura que pretende controlar la asignación de divisas, un mecanismo que según dice se usa para realizar fraudes cambiarios, muchos lo ven como una forma de aliviar el déficit fiscal y la inflación», explica nuestro corresponsal.
Por otro lado, el ministro dijo que se creará una nueva institución mediadora entre el Banco Central y PDVSA para manejar el oro y reiteró que el gobierno quiere plantear una «discusión nacional» sobre el precio de la gasolina, que en Venezuela es subsidiada por el Estado y, por consiguiente, especialmente económica.
Las medidas se dan una semana después de las elecciones municipales en Venezuela, en las que el gobierno se adjudicó más votos y número de alcaldías que la oposición, que por su parte ganó en ciudades emblemáticas.
Una transición
La información acerca de la cotización del dólar en las subastas del Sicad no es dada a conocer de forma oficial por las autoridades del Banco Central de Venezuela. Según fuentes financieras citadas por el diario venezolano El Universal, la cotización en las subastas ha promediado los 11 bolívares por dólar.
Hasta el momento se han realizado 12 subastas en las que, según informó Ramírez más temprano el lunes, se han asignado unos US$794 millones a distintos sectores económicos nacionales.
El vicepresidente del área económica dijo que el Sicad constituye «una transición» y que iba a determinar qué otros sectores entrarán en dicho mecanismo. «El Sicad es un mecanismo alternativo pero que a la vez va a ir transitando hacia un sistema definitivo para control y manejo de divisas», señaló.
No obstante, aclaró que rubros como alimentos, salud y otros seguirán siendo prioritarios y se les autorizarán divisas a 6,30 bolívares. De hecho Ramírez precisó que todo el dinero que pase por el Sicad será «muy poco» frente a lo que se otorga a 6,30 bolívares.
«No se puede decir que esto marque un tipo de cambio en el país», dijo.
Una botella de agua mineral = 72 litros de gasolina
En relación con el ingreso por inversiones pertroleras, Ramírez indicó que se calcula en unos US$6.000 millones y que el gobierno procurará que la oferta de divisas sea mayor a través de esta vía. «Todas las nuevas inversiones petroleras, todas las inversiones, los oleoductos, las refinerías, los mejoradores, las perforaciones, todo lo que se requiera para aumentar nuestra producción va a poder cambiarse con el Sicad como tasa de referencia».
En cuanto al sugerido aumento de los precios de la gasolina, Ramírez dijo en la mañana del lunes que los venezolanos considerarían apoyar esta medida. Aseguró que la gasolina en Venezuela es la más barata del mundo.
Para ilustrar de forma comparativa el actual precio del combustible, Ramírez indicó que «con una botella de agua mineral se compran 72 litros de gasolina». «Necesitamos tener una discusión nacional sobre si hemos llegado o no al menos al momento de comenzar a cobrar por la gasolina».
Explicó que el subsidio a la gasolina le cuesta al país US$12.592 millones, lo que calificó como una «enorme distorsión». Cabe señalar que en febrero de 1989 el aumento de los precios de la gasolina anunciado por el gobierno del entonces recién electo presidente venezolano, Carlos Andrés Pérez, condujo a la jornada de protestas y disturbios públicos conocidos como «El Caracazo».
La última vez que los precios de la gasolina tuvieron un incremento en Venezuela fue en 1997. Esa vez no se produjo ningún tipo de incidentes.
BBC