El presidente de Bolivia, Evo Morales, inicia mañana su tercera visita oficial a China, tras las llevadas a cabo en 2006 y 2011, en esta ocasión con el objetivo principal de asistir al lanzamiento del primer satélite boliviano, el «Tupac Katari», desde la base espacial china de Xichang.
Morales será recibido mañana en Pekín, por el presidente chino, Xi Jinping, y otros líderes del régimen comunista en el Gran Palacio del Pueblo, un encuentro en el que ambas partes debatirán asuntos de interés bilateral e internacional, señaló hoy la portavoz de la Cancillería china Hua Chunying.
El presidente boliviano manifestó en la víspera del viaje que debatirá con los líderes chinos diversos temas de cooperación, créditos e inversiones que otorga esa potencia a Bolivia.
«Se impulsarán las relaciones de ambos países a un nuevo nivel», subrayó la portavoz de Asuntos Exteriores china sobre el viaje, en el que Morales conocerá a los nuevos líderes comunistas ascendidos este año pero en el que el principal punto de la agenda se producirá a 1.800 kilómetros del centro político del país, en Xichang.
El Tupac Katari
Allí, en una de las cuatro bases espaciales de que China dispone, será lanzado ante la presencia de una nutrida delegación ministerial boliviana el «Tupac Katari», primer satélite boliviano, construido por el país asiático y que será destinado a mejorar las comunicaciones en la nación andina, entre ellas aumentar la velocidad de internet, actualmente una de las más lentas de América.
El lanzamiento, mediante cohetes propulsores Larga Marcha 3B/E, se producirá hacia la 1:00 hora local del sábado (17:00 GMT del viernes) y se lleva a cabo una semana después de que China fracasara en la puesta en órbita de un satélite brasileño, aunque pocos días después sí tuvo éxito en su primer aterrizaje controlado en la Luna.
La Corporación Industrial Gran Muralla, subsidiaria de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China, ha sido la encargada de construir el satélite, que ha supuesto una inversión de 300 millones de dólares financiada en un 85 % con un crédito del Banco de Desarrollo de China.
Agencias