Las víctimas fueron identificadas como Michelangelo Josué González Anaya, de 28 años quien era el contratista de la obra en la calle Brasil de Catia, y Leonel Antonio Rojas Hernández, de 30 años, que estaban desparecidos desde el pasado viernes, cuando fueron a retirar la nómina en una entidad bancaria
Un ingeniero de las obras de la Gran Misión Vivienda que se realizan en la calle Brasil de Catia y un obrero de la misma construcción, fueron asesinados y luego sus cuerpos abandonados en la avenida Morán de Catia este viernes.
Las víctimas fueron identificadas como Michelangelo Josué González Anaya, de 28 años quien era el ingeniero contratista de la obra y Leonel Antonio Rojas Hernández, de 30 año, trabajador que la tarde del viernes lo acompañó a realizar un retiro de dinero en una agencia bancaria ubicada en Pérez Bonalde, Catia.
De acuerdo a la reseña de los familiares de Leonel Rojas, el obrero salió con el ingeniero al banco a eso del mediodía del viernes. A esa hora conversó con su hermana, Arelis Rojas, quien le pidió que fuera a buscar en su casa unos juguetes para los niños que estaban en Los Valles del Tuy.
La joven dijo que no pudo comunicarse más con su hermano. Cuando lo llamaba aparecía apagado el teléfono, por lo que decidió llamar a su cuñada que estaba en los Valles del Tuy y ella le dijo que tampoco había podido hablar con su marido.
El sábado, un amigo en común que fue quien le consiguió trabajo a Leonel en la obra, les dijo que sus otros compañeros lo habían llamado para decirle que no había ido a trabajar ese día. Tampoco aparecía el ingeniero con quien salió, así que lo mejor en ese caso era colocar la denuncia en la policía.
Arelis Rojas no imaginó que podía tratarse de algo grave, hasta que le dijeron que el ingeniero Michelangelo González, había aparecido muerto. «Fue alarmante porque si ellos desaparecieron juntos y encuentran al otro muerto, podíamos temer lo que fuera. Después nos confirmaron que había otro cadáver en el sitio pero no estaba identificado y fue cuando nos vinimos a buscarlo», relató desde la morgue de Bello Monte.
A la morgue de Caracas, la familia de Leonel llegó a las 2:00 de la tarde del domingo. Para su sorpresa en el lugar estaba la familia del ingeniero de la obra, pero ellos no sabían darles noticias del obrero.
No pudieron revisar si estaba entre los cuerpos no identificados porque era tarde y tampoco estaba entre los registros. «Nos fuimos a todos los hospitales de Caracas, buscando en las morgue y nada», dijo la esposa del fallecido.
La mañana de este lunes acudieron de nuevo con la esperanza de hallarlo vivo, pero por tres tatuajes que tenía en el cuerpo con los nombres de sus hijos, madre y hermanos, supieron uno de los cadáveres era el suyo. Estaba desfigurado por golpes que recibió y tenía tiros en distintas partes del cuerpo. «Está destrozado, casi irreconocible», dijo su hermana.
Fuentes policiales indicaron que los dos cuerpos aparecieron en la parte alta del barrio La Acequia con avenida Morán de Catia, a las 11:00 de la noche del viernes. Presumen que fueron secuestrados cuando salieron del banco y asesinados en otra dirección, para luego liberar sus cuerpos en ese lugar.
El vehículo Dodge Caliber blanco, año 2007, placas AA391XI, propiedad del ingeniero no aparece. Se presume que está en manos de los homicidas. Ese día, Michelangelo González, fue a retirar del banco el dinero de pagar la nómina de los obreros. Se sospecha que de la misma construcción alguien les pasó el dato a los autores del doble homicidio que además de la vida, le quitaron el efectivo. Los dos cuerpos presentaron disparos, cuchilladas y signos de haber recibido una brutal golpiza.
AA