«Quiero quedarme en Múnich todo el tiempo posible. En Europa no existe otro club para mí», declaró el futbolista, que el sábado logró con su equipo el Mundial del Clubes y fue elegido mejor jugador de la competición.
En junio Ribery, de 30 años, prolongó su contrato con el Bayern, por el que fichó en 2007, hasta 2017.
El francés no descarta retirarse en un campeonato menor como el de Catar o la liga estadounidense: «Esto sería una cosa que haría muy al final de mi carrera. Pero no sería nada comparable con lo que vivo en Múnich».
«Hoy disfruto del presente y del nivel de juego que he conseguido. En unos años no podré jugar así, pero intentaré retrasar lo más posible este momento», añadió el atacante.
Ya elegido mejor jugador europeo del año para la UEFA, el internacional francés es finalista para el Balón de Oro junto con el portugués Cristiano Ronaldo (Real Madrid) y el argentino Lionel Messi (Barcelona). El ganador del premio se conocerá el 13 de enero.
Ribery firmó en 2013 una temporada excepcional, anotando 18 goles y repartiendo 20 asistencias en los 44 partidos oficiales en los que participó entre todas las competiciones. Sus hazañas permitieron que el Bayern de Múnich se alzara con la Copa y la Liga de Alemania, la Supercopa de Europa y la Liga de Campeones.
La revista preguntó al futbolista si considera que ya ha alcanzado el nivel de leyendas de su país como Zinedine Zidane y Michel Platini: «No lo sé. Gracias a los títulos que gané puede ser, pero evidentemente me falta un título con el equipo nacional».
«Platini y Zidane fueron grandes jugadores. Por haber jugado con Zidane, sé que su papel era inmensamente importante», recordó Ribery.
«Me alegro de lo que he hecho. Cuando veo donde estoy y de donde vengo, sólo puedo estar contento. Nadie lo hubiera creído posible», concluyó el exjugador del Marsella.
AFP