Dos de los heridos se registraron ayer en la mañana en la estación de La Clusaz, en un sector también fuera de pista y de difícil acceso, a unos 2.200 metros de altura, en la cumbre del Torchère
Dos personas murieron ayer y otras tres resultaron heridas graves en cuatro avalanchas registradas en los Alpes franceses, informaron ayer fuentes del Pelotón de Gendarmería de Alta Montaña.
Uno de los fallecidos, según precisaron los medios galos, es el guardián de un refugio de montaña en Courchevel, alcanzado por el desprendimiento hacia las 13.00 horas locales (12.00 GMT), cuando se dirigía a su lugar de trabajo acompañado de su hijo, que resultó ileso.
La otra víctima mortal es un joven que esquiaba fuera de pista en la estación de Cucumelle, y que fue hallado en parada cardiorrespiratoria cuando llegaron los servicios de emergencias.
El prefecto del departamento de los Altos Alpes, Pierre Besnard, explicó a la cadena «BFM TV» que el esquiador fue trasladado en helicóptero al hospital de Grenoble, donde falleció poco después.
«No podemos evitar que la gente vaya fuera de pista cuando se ha hecho todo lo posible para advertirles», declaró el representante local, según el cual las autoridades habían prevenido del riesgo con los dispositivos habituales, que incluyen la difusión de mensajes en los medios y paneles en la zona de esquí.
Dos de los heridos se registraron esta mañana en la estación de La Clusaz, en un sector también fuera de pista y de difícil acceso, a unos 2.200 metros de altura, en la cumbre del Torchère. La estación expuso en un comunicado que la avalancha fue provocada por un grupo de unos cinco o seis esquiadores, dos de los cuales fueron alcanzados por el alud.
«La montaña es un espacio de libertad. Le corresponde a cada uno decidir si va o no. Pero con un riesgo de avalancha de cuatro sobre cinco, es evidente que no hay que ir. Hay que escuchar a los profesionales», dijo también a «BFM TV» el director de ese centro, Alexis Bongard.
La cuarta avalancha tuvo lugar hacia las 10.00 horas locales (09.00 GMT) en Val-Thorens, y aunque la Gendarmería ha abierto una investigación para determinar sus causas, se cree que pudo haber sido provocada igualmente por un grupo de unas siete personas que esquiaban fuera de los márgenes oficiales.
El alud alcanzó a tres de esas personas, de las cuales una quedó enterrada bajo metro y medio de nieve y pudo ser reanimada por los servicios de socorro, que llegaron cuando se encontraba en parada respiratoria.
AFP