Así lo vociferó Mercedes Cardoso, usuaria del terminal de pasajeros La Bandera, quien indignada por la desorganización y la falta de pasajes reinante en el lugar, relató la odisea y tortura que ha tenido que lidiar para poder comprar un boleto a fin de poder disfrutar el fin de año con sus familiares en la ciudad de San Cristóbal
Mucha gente quejarse, agotada y desesperada se evidencian en los pasillos del terminal La Bandera, donde cientos de usuarios se han tenido que someterse a largas colas y otros han sido el blanco de “la especulación por algunos transportistas”, a fin de garantizar su viaje y poder pasar un año nuevo con sus familiares.
Con pedazos de cartones, pequeñas sabanas y usando sus propias maletas de asiento, se instalan los pasajeros, quien aseguran contabilizar un tercer día tratando de comprar un boleto que no han podido adquirir supuestamente por falta de unidades, incluso, sin recibir una explicación al respecto. “A pesar que existe un centro de información, lo menos que recibimos es eso, sólo nos dicen que tenemos que esperar”.
Reventa
Así lo vociferó Mercedes Cardoso, usuaria del terminal, quien se mostró disgustada por la situación y denunció los atropellos que ha recibido por parte del personal que labora en las taquillas, en la que prefieren negarse a vender los boletos, para luego revenderlos al doble que el monto establecido.
“Yo estoy cansada de estar esperando para viajar a la ciudad de San Cristóbal, tengo todo una mañana parada y estoy embarazada, pues hay que ponerle control a estos atropellos y anarquía que existe en este lugar”, se quejó Cardoso, quien aunque admitió en esta temporada la afluencia de persona aumenta debe existir una planificación al respecto.
Cuenta que existen personas que tienen más de dos días tratando irse de viaje, pues muchos han desistido y se rindieron y prefirieron terminar de pasar sus navidades aquí en Caracas, pero otros han optado cancelar lo que sea para irse.
“Hasta en Bs. 800,00 un pasaje”
“Pero lo cierto es que los piratas están haciendo su agosto, como es posible que tengamos que pagar una diferencia de 400 bolívares y contribuir a la especulación sólo por un traslado, es decir, el pasaje a San Cristóbal debe costar 290,00 pero lo vende a 700,00 bolívares”, criticó la mujer.
En esto coincide, Amanda Torres otra usuaria, quien relató que después de haberse levantado a las 4:00 de la mañana y anotarse en una lista, ya han pasado más de siete horas y ella aún continúa esperando por un autobús.
La primera vez que acudió a esta estación de autobuses, narra la usuaria, fue el pasado Lunes y le dijeron que no había pasaje para Maracaibo, luego el Martes y le informaron que no hay unidades habilitadas para ese día y hoy (ayer) me notificaron que no hay conductor disponibles.
Sin embargo, “observé una gran cantidad que los mismo trabajadores que labora en las taquillas, recorren los alrededores con carteles en mano revendiendo los pasajes, entonces… No entiendo, ya basta de especulación”.
Esto quiere decir, argumenta Torres, que si un matrimonio tiene tres hijos y desea viajar tiene que disponer con al menos 3 mil 500 bolívares, eso sin sumar los gastos de la comida durante el recorrido y los demás transportes que debe tomar esa familia hasta su hogar.
Destinos más solicitados
En un recorrido en diversas líneas nacionales se evidenció que los destinos más buscados son: Maracaibo, Táchira, Barquisimeto y Mérida, cuyos precios oscilan entre 225,00 a 280,00 bolívares, las rutas cortas como Valencia y Maracay entre 70,00 a 80,00 bolívares, en su mayoría cada línea sólo dispone con cuatro autobuses por día.
Carmen Serrano otra usuaria, señaló que los autobuses disponibles no se dan a basto para la cantidad de usuarios y a medida que transcurren los días se hace más imposible la compra. Esto a diferencia de aquellas personas que tienen que viajar a Barranquilla y Cartagena (Colombia) que a pesar que hay pasajes disponibles está a un valor de 1.900 bolívares, cuando debería estar a 1000, marcando así 900 bolívares de diferencia.
Hampa aprovechó asueto
La falta de pasajes y la desorganización reinante en esta estación de autobuses, ha motivó a que un grupo de delincuentes disfrazados de maleteros y vendedores ambulantes, se aprovechara del asueto para cometer a diestras y siniestras sus fechorías, así lo denunció Amanda Torres, pasajera.
Y es que, tras noches de desvelos y recibir golpes y empujones para que finalmente se garantice el pasaje, el pasajero también tiene que enfrentarse con tema de inseguridad que comienza desde que se encuentra en el terminal hasta dentro de las unidades de transportes.
Mairy Chourio / Mchourio@diariolavoz.net / @mairychourio