Aunque la nevada casi había cesado por la mañana en la zona más afectada, entre Filadelfia y Boston, y que muchas calles y carreteras se reabrieron rápidamente, las temperaturas y los vientos seguían siendo gélidos
BOSTON, Massachusetts. Los residentes del noroeste de Estados Unidos tuvieron problemas el viernes para salir de sus casas cubiertas de nieve o circular en sus automóviles, mientras el frío extremo que trajo una tormenta invernal amenazaba con helar dedos y orejas. Las autoridades adjudicaron al menos 13 muertes a los efectos de la tormenta.
Aunque la nevada casi había cesado por la mañana en la zona más afectada, entre Filadelfia y Boston, y que muchas calles y carreteras se reabrieron rápidamente, las temperaturas y los vientos seguían siendo gélidos.
«La nieve es fácil de retirar porque el aire estaba tan frío cuando nevó que era muy ligera, pero aun así hace mucho frío», dijo Avalon «Nick» Minton mientras limpiaba la entrada de su garaje en Arlington, Massachusetts.
Las autoridades del centro-norte y noreste del país se preparaban para otro golpe ártico en los próximos días, que podría ser peor aún.
Las más fuertes
La nevada más fuerte cayó al norte de Boston, en Boxford Massachusetts, donde hubo casi 60 centímetros (2 pies). En Boston y el oeste de Nueva York, cerca de Rochester, cayeron unos 45 centímetros (18 pulgadas). La precipitación fue de 25 centímetros (10pulgadas) en Lakewood, Nueva Jersey, y de 15 centímetros (10 pulgadas) en Central Park, en la ciudad de Nueva York.
-22º Celcius
Las temperaturas descendieron a -22 grados Celsius (8 grados Fahrenheit bajo cero) en Burlington, Vermont, la madrugada del viernes con un viento helado de -33 C (-29 F), y -16 C (2 F) en Boston. Los vientos helados ahí y en Providence, Rhode Island, daban la sensación térmica de -28 C (-20 F) el viernes por la mañana y el servicio meteorológico pronosticó más temperaturas así hasta el sábado.
Las autoridades advirtieron que cualquier persona que pasara más de unos cuantos minutos al aíre libre en esas condiciones podría congelarse.
Las principales autopistas dentro y fuera de la ciudad de Nueva York reabrieron y los aeropuertos de la región luchaban por volver al ritmo normal de sus operaciones después de que las aerolíneas estadounidenses cancelaran cerca de 2.200 vuelos el viernes, además de los 2.300 de un día antes.
Las escuelas en lugares tan al sur como Washington, D.C., permanecieron cerradas el viernes, al igual que muchas oficinas de gobierno.
Se espera que las temperaturas en el noroeste superen el punto de congelación durante el fin de semana, antes de la llegada de otra ola de aire frío que ya afecta el centro del país.
En Wisconsin, se alcanzó un récord de temperaturas mínimas el viernes por la mañana en Green Bay, donde el termómetro llegó a -27,7 C (-18 F). El Servicio Meteorológico Nacional dijo que fue menor a los -27,2 C (-17 F) registrados en 1979.
El gobernador de Minnesota, Mark Dayton, ordenó que las clases continúen suspendidas hasta el lunes en todo el estado, algo que no sucedía en 17 años, pues se esperaban temperaturas mínimas de -34 C (-30 F).
Los accidentes…
El mal estado de las carreteras provocó accidentes fatales de tránsito en Michigan, Kentucky, Indiana e Illinois. Las autoridades dijeron que una mujer de 71 años con Alzheimer se congeló después de que comenzó a deambular fuera de su casa en la campiña del oeste de Nueva York.
Cuando la tormenta se aproximaba, un empleado de un almacén suburbano de sal, utilizada para evitar que se congelen las calles, murió en Filadelfia cuando se desplomó una pila de 3 metros (100 pies) de sal y lo aplastó. La policía de Falls Township dijo que el hombre quedó atrapado cuando operaba una excavadora. No se dijo qué pudo haber causado el accidente.
El mal tiempo comenzó un día después de que el alcalde neoyorquino Bill de Blasio juramentara para encabezar la ciudad más grande del país y pocos días antes de que el alcalde de Boston Thomas Menino termine 20 años en el puesto el lunes.
«Me siento muy bien por la responsabilidad», dijo De Blasio el viernes después de retirar la nieve de la entrada de su casa en Brooklyn con una pala. «Estamos al pendiente, no nos hemos retirado de esto aún. Como dijo alguna vez un gran hombre, esto no se acaba hasta que se acaba».
AP