Comerciantes, transeúntes y transportistas afirman que delincuentes hacen de las suyas a plena luz del día, en las zonas de la Av. Fuerzas Armadas y la Candelaria ubicadas en el municipio Libertador, ante la vista “gorda” de las autoridades
Comerciantes que tienen sus negocios ubicados en la Av. Fuerzas Armadas y La Candelaria, así como vecinos, taxistas, y choferes de diferentes líneas de autobuses del centro de Caracas, señalan que la delincuencia actúa con total impunidad y deja sin resguardo a quienes salen a trabajar día a día.
Una de las vendedores quien prefirió omitir su nombre comentó que “todos los días sucede algo distinto en la avenida, aquí se ven muchos delitos, toda la parte que comprende desde la esquina San José hasta La Hoyada debe transitarse con mucho cuidado”.
Gran parte de los establecimientos comerciales son víctimas a diario del hampa, por lo que hace un llamado a las autoridades que tomen las medidas de seguridad que sean necesarias, ya que se han visto en la obligación de implementar mecanismos para su protección dentro los locales comerciales como: cámaras de circuito cerrado y rejas.
Transporte
Choferes de la línea San José-San Agustín manifestaron su repudio a la violencia e inseguridad en el sector, reconocen que se han hecho esfuerzos, pero también reclama que “no es suficiente lo que se ha realizado, pues perdí la cuenta de cuantas veces me han robado o a los pasajeros”.
Asimismo, denunció que “a diario son robadas entre tres a cuatro unidades de transportes, no nos podemos parar en la Av. Baralt a la altura de la plaza Miranda porque somos un blanco fácil para los ladrones, lo que pedimos es más vigilancia ya que se ven muy pocos efectivos de la Policía Nacional Bolivariana -PNB-”.
Otros que son víctimas e incluso testigos de muchas de las fechorías son los taxistas, en este caso de una línea cubre la ruta La Candelaria, indicaron que esta es zona “roja”.
“Tenemos mucho tiempo trabajando en esta zona, pero desde hace tres años para acá esto se ha convertido en una “guillotina”, y se agudizó desde el momento que fue ocupado la estructura del centro comercial Sambil como refugio, dado que los índices de criminalidad aumentaron”.
Indigencia
Con más de 12 años en su negocio, una de las vendedoras que está ubicada en La Hoyada, manifestó que uno de los problemas que también incide en la alta ola de criminalidad son las personas que viven en situación de calle, ya que una gran parte “pasa por aquí pidiendo dinero pero a veces también roban cuando pueden, incluso, las peleas entre ellos ocurren muchas veces y nadie de la policía hace nada”.
Unidades también son hurtadas
Choferes de la línea San José-San Agustín, denuncian que no sólo son asaltados en los autobuses, quitándole todas sus ganancias de un día, sino que ahora también están llevándose el autobús con los pasajeros, dejándolos en la autopista sin sus pertenencias y desapareciendo la unidad vehicular.
“Cada vez es peor, no puede ser posible que nos tengamos que dejar someter por estos malandros, aquí debería haber un cuerpo policial que de verdad haga su trabajo. La sociedad venezolana no puede acostumbrarse a vivir con miedo”, destacaron los conductores.
Níckolas Plaza Navas