Un escándalo sexual es lo último que le faltaba al presidente francés Francois Hollande.
De por sí tres cuartas partes de los franceses creen que Hollande no tiene un buen desempeño al frente a la quinta economía más grande del mundo.
Ahora la conferencia de prensa del martes de Hollande con seguridad será empañada con los problemas de su vida privada tan incómodos que incluso no pueden pasar desapercibidos para los franceses, aun con la consabida indiferencia de éstos ante este tipo de situaciones.
La compañera de Hollande, la periodista Valerie Trierweiler, está hospitalizada debido al artículo que difundió un periódico sensacionalista de que el presidente tiene un amorío con una conocida actriz francesa.
Trierweiler podría permanecer de seis a ocho días en el hospital para que se recupere de la «fuerte conmoción emocional», dijo el lunes el jefe del personal de ella.
AP