Caracas. El presidente, Nicolás Maduro, aseguró este miércoles que la tasa oficial de 6,30 bolívares por dólar se mantendrá «durante todo este año», pese al complicado panorama económico de alta inflación, escasez y pesado déficit fiscal del país sudamericano.
«Vamos a mantener el dólar a 6,30 (…) durante todo este año y bastante tiempo hacia adelante y vamos a fortalecer el Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad)», dijo Maduro desde la Asamblea Nacional durante la presentación de su informe anual de gestión.
«Venezuela tiene los recursos en divisas suficientes para mantener la fortaleza del 6,30, pero además para aplicar sistemas complementarios, que fueron creados con el objetivo de derrotar el llamado dólar paralelo, que ha sido creado como parte de los mecanismos perversos para perturbar la economía», agregó el mandatario.
Desde 2003 Venezuela vive un férreo control cambiario con una tasa oficial del dólar en 6,30 bolívares y al que podía accederse a través de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), que este miércoles fue eliminada por Maduro, y a través de subastas en el Sistema Complementario de Administración de Divisas, donde el dólar se cotiza a 11,30 bolívares, lo cual representa una devaluación del 44,25% respecto al oficial.
Maduro anunció que Cadivi sería absorbido por el recién creado Centro Nacional de Comercio Exterior, que «reestructurará todos los mecanismos de acceso a divisas» y fortalecerá al sistema complementario Sicad, con el que el gobierno continuará asignando dólares a distintos sectores económicos que no precisó. «Son dos sistemas que se combinan perfectamente», dijo.
Paralelamente, el mandatario anunció que en las próximas horas promulgará la ley que establece un máximo de ganancias del 30% para el comercio y sanciones más severas para los que reincidan en los sobreprecios, al tiempo que aseguró que creará mecanismos para que los privados puedan ofertar divisas sin penalizaciones.
Venezuela, el país con las mayores reservas petroleras del mundo, atraviesa una severa crisis económica con una inflación que en 2013 alcanzó 56,2%, un déficit fiscal de entre 15 y 18% del PIB, una escasez de productos básicos y una carencia de dólares debido, entre otras cosas, a una caída en la producción petrolera, el alza de las importaciones y el pago de deuda.
El gobierno de Maduro ha acusado a los sectores privados ligados a la oposición y conservadores de Estados Unidos y Colombia de ser los responsables del deterioro económico y de librar una «guerra económica» en contra de su gestión.
AFP