Cuando usted titula su escrito: “El tiempo lo dirá” no estamos haciendo oposición, porque no debemos esperar a que el tiempo hable
Gustavo Coronel
Apreciado compatriota Henrique:
Usted ha dicho (ver http://www.lapatilla.com/site/2014/01/12/capriles-el-tiempo-dira/ ) que las “criticas sin propuestas no son válidas”. Aceptemos ello como cierto, aunque no sea fácil para un simple observador de la situación venezolana elaborar propuestas que, uno pensaría, deberían originarse en la oposición organizada, la cual cuenta con gente de mucho talento y mucha experiencia política. Como simple ciudadano veo lo que sucede en Venezuela y lo considero trágico. Pienso, por ejemplo, que las reuniones en Miraflores son insinceras y le dan al régimen una pátina de legitimidad. Creo que ese es el objetivo que tiene el régimen al invitarlos a ustedes. Como usted mismo ha dicho, el encargado de la presidencia sale de allí a una conmemoración de la revolución cubana, sin escuchar lo que ustedes hubieran tenido que decir. Por eso he criticado esas asistencias. Trataré ahora de hacer, en respuesta a su pedido y en la medida de mis posibilidades, una propuesta cuya esencia se resume así: promover por parte de la oposición que usted representa y por todos los medios lícitos y constitucionales posibles un estado de insurgencia civil que nos lleve a un cambio acelerado de régimen político.
Cuando usted titula su escrito: “El tiempo lo dirá” no estamos haciendo oposición porque no debemos esperar a que el tiempo hable. La lucha es en el aquí y en el ahora. Cada hora que esperemos el país se desangra y se envilece en manos de la gente que hoy ocupa el poder de manera ilegítima, como usted bien lo dijo en un momento, sin que esa postura fundamental se mantuviese en el tiempo.
Mi propuesta es dar la batalla. Hay batallas que hay que dar aun cuando se tenga pocas posibilidades de ganarla en el corto plazo, porque la verdadera derrota no es perderlas sino no darlas. Pienso que una batalla basada en valores y principios llevada a cabo abiertamente contra el régimen tiene que galvanizar la voluntad de quienes deseamos ver una Venezuela digna y democrática y podría recibir la atención de quienes así lo desean en otros países. Lo que no galvaniza ni recibe atención en ninguna parte es darle vueltas al problema sin atacarlo de frente, ese irnos convirtiendo insensiblemente en parte del sistema político imperante. Nosotros no somos parte de ese sistema. Al tratar de coexistir con un régimen que viola todos nuestros valores y principios pasamos a ser parte del problema y cesamos de ser parte de la solución. Este es un proceso insidioso pero no por ello menos real.
Tratando de ser más específicos en materia de propuestas, creo que es deseable considerar un viraje estratégico sobre la naturaleza de la oposición, el cual incluya:
-Ampliar la MUD para formar un Frente Nacional de Oposición que incorpore sectores de la sociedad civil que se encuentran hoy relativamente aislados o dispersos: sociedades profesionales, estudiantes, maestros, sindicatos.
-Nombrar un gabinete de sombra, grupos de trabajo o como se quieran llamar, para darle seguimiento muy activo a diferentes aspectos de la tragedia vida nacional: petróleo, endeudamiento, prostitución de las instituciones como el Banco Central y el CNE, educación, salud, fuerzas armadas, narcotráfico, violencia, inflación, corrupción, política exterior. Hay una actividad perversa en estos sectores que está pasando, literalmente, debajo de la mesa de unidad democrática. Y la lucha contra estas perversiones debe ser continua, diaria, sin pausa.
-Adoptar una postura decidida, abierta, en contra de la filosofía de acción pro-cubana, abusiva, soez que predomina en el régimen.
-Llevar la protesta a la calle, presionar, denunciar, exigir, investigar.
Entre otras cosas exigir y continuar exigiendo públicamente acciones tales como:
-La verdadera representación a la cual la oposición tiene derecho en la Asamblea Nacional.
-La remoción de los ministros ineptos tales como el del Interior y la de Prisiones.
-Exigir el cese inmediato de los inmensos subsidios petroleros a Cuba y a los países del ALBA y denunciarlos como lo que son: actos de traición a la nación.
-La investigación de la corrupción en PDVSA, CVG, Corpoelec, ministerios, con nombres y apellidos que el país conoce ampliamente.
-Investigar abiertamente el problema del narcotráfico en las fuerzas armadas.
Sé que la oposición se mueve dentro de severas limitaciones. Reconozco que algunas de estas propuestas son más fáciles de expresar que de llevar a cabo. También me han dicho algunos compatriotas que, al estar en el exterior, yo no tengo autoridad moral para hacer propuestas, aunque considero que cada quien utiliza las armas a su disposición.
Finalmente, aprecio que ustedes deben moverse en dos planos, como líderes de la oposición y como funcionarios de gobernaciones y alcaldías sujetas a recibir fondos del estado central. Esto último ilustra la necesidad de luchar contra un sistema que les niega esos recursos por ser opositores, porque, al tratar de hacer lo uno y lo otro, podrían comenzar a pesar más las exigencias prácticas del día a día que la defensa de los principios.
Puedo estar equivocado, pero quería hacer estos comentarios en días en los cuales el país se encuentra a las puertas de un futuro muy incierto, el cual reclama posturas basadas más en los principios que en el pragmatismo.
gustavocoronelg@hotmail.com