El tribunal penal juzgará al depuesto presidente egipcio Mohamed Mursi y otros 24 acusados por presuntamente insultar al poder judicial, atacar a sus funcionarios e incitar al odio, informó ayer la agencia de noticias estatal Mena.
Mursi, quien fue derrocado por un golpe de Estado el 3 de julio de 2013, tendrá que declarar sobre los supuestos insultos que profirió contra varios jueces, a quienes acusó en un discurso público en junio pasado de participar en el fraude electoral durante el régimen de Hosni Mubarak (1981-2011).
En ese nuevo caso, las autoridades también están investigado si Mursi influyó en el trabajo de la Fiscalía durante su mandato y en el juicio contra el último primer ministro de Mubarak y su rival en las elecciones, Ahmed Shafiq, por delitos de corrupción.
La Corte de Apelación de El Cairo, encabezada por el juez Zaruat Hamad, será la encargada de procesar en una fecha todavía sin determinar a los acusados por «insultar al poder judicial y a los jueces, e incitar al desprecio de los tribunales a través de entrevistas televisivas y radiofónicas y de las redes sociales».
También afronta cargos por su supuesta implicación en la muerte de manifestantes y en los incidentes desatados en los alrededores del palacio presidencial de Itihadiya el 5 de diciembre de 2012.
Además, el presidente depuesto está acusado del asesinato de presos y oficiales de policía, del secuestro de responsables de seguridad, del asalto e incendio de la cárcel de Wadi Natrun y de atacar instalaciones de las fuerzas del orden.
Agencias