Salir de Venezuela es cada vez más complicado. El viernes el gobierno anunció una reducción del monto anual de divisas para viajes al exterior al mismo tiempo que varias importantes aerolíneas suspendieron la venta de boletos desde y hacia la nación sudamericana a la espera de una definición del panorama y el finiquito de la deuda que el Estado tiene con ellas.
La Gaceta Oficial de Venezuela presentó la nueva resolución, según la cual los venezolanos podrán gastar hasta US$3.000 anuales -o su equivalente en otras divisas- en consumos en el exterior, incluyendo el gasto destinado a compras por internet.
Las asignaciones varían según el destino y la duración del viaje. Uno de los cambios más destacados es la disminución del cupo a US$700 para viajes de más de ocho días al estado de Florida, EE.UU. (destino tradicional para los venezolanos), así como a Colombia, Perú, Panamá, Costa Rica, Curazao, Aruba y Bonaire.
Hasta esta semana, además, quienes querían viajar al exterior accedían a las divisas al tipo de cambio oficial de 6,3 bolívares por dólar. Pero el miércoles, el gobierno anunció un nuevo esquema de bandas que supone que los sectores no prioritarios -entre ellos los viajes- comenzarán a cotizarse a 11,3 bolívares por dólar.
No hay boletos
Por otro lado, algunas aerolíneas han reducido el número de boletos a la venta en Venezuela o incluso han suspendido temporalmente sus vuelos a ese país, como es el caso de la ecuatoriana Tame o la canadiense Air Canada, las estadounidenses Delta, American Airlines y United, y la panameña Copa.
Según fuentes de la industria, las empresas tienen más de US$3.000 millones represados en ganancias y algunas compañías nacionales, como Venezolana, detuvieron operaciones asegurando no estar en capacidad de pagar los seguros de sus aviones.
Decenas de pasajeros se quedaron varados este jueves en el aeropuerto de la capital ecuatoriana, Quito, después de que Tame suspendiese sus vuelos exigiendo el pago de US$43 millones en boletos aéreos. Según la aerolínea, el gobierno venezolano no ha hecho transferencias a su cuenta en Ecuador desde abril del año pasado.
«Las aerolíneas detuvieron la venta de boletos hasta nuevo aviso. Sólo se puede comprar si se paga en dólares en el exterior. No sabemos hasta cuando vaya a mantenerse esta situación, pero esperamos que la semana que viene tengamos ya claridad», dijo a BBC Mundo una operadora turística de una importante agencia de viajes.
Mientras tanto, en Miami, algunos viajeros venezolanos expresaban su sorpresa y preocupación por el impacto que va a tener la medida en sus relaciones con familiares y amigos, a quienes se les dificultará visitar dado lo que consideran el limitado cupo asignado para viajes a Florida.
«Eso no me alcanza ni para alquilar un vehículo en Orlando», dijo a BBC Mundo vía telefónica desde Caracas Alejandra Martínez, una madre de dos hijos quien aseguró que eso corta sus posibilidades de salir del país.
Cuando el vicepresidente del área económica y ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, anunció el miércoles pasado los cambios en el sistema cambiario, indicó que la eliminación de los dólares preferenciales busca apuntalar otros sectores de la economía.
«Esto se trata de tener divisas para garantizar la salud, el alimento, la inversión social y para superar el modelo rentista petrolero”, dijo Ramírez.
La BBC Mundo consultó a ciudadanos sobre cómo se están viendo afectados por los anuncios.
Estas fueron algunas de sus respuestas.
- «Tengo vacaciones en agosto y planeaba viajar con mi esposa a Buenos Aires, pero con el nuevo valor del dólar (11,3 bolívares por dólar), necesito 33.900 bolívares para pagar el cupo de divisas, más 22.000 bolívares para los boletos de avión. Lo que hace un total de 55.900 bolívares, sin incluir gastos internos de traslados, ya que no vivo en la capital. Eso se traduce en al menos 17 salarios que gano (3.270 bolívares mensuales). En resumen, no nos prohiben viajar pero bajan los cupos de dólares y nos aumentan su costo. Y las aerolíneas padecen. Jonathan Vargas, Maracaibo, Venezuela.
- «Aquí no hay nadie inocente. Las líneas aéreas le cargaban a los venezolanos los pasajes más caros y la gente los compraba. Además, ciudadanos de otros países viajaban de forma masiva a Venezuela para comprar boletos aéreos y la líneas aéreas se los vendían a sabiendas». Alfredo, Estados Unidos.
- «Viajar desde Venezuela puede ser toda una odisea, desde comprar el boleto, hasta obtener las divisas. El control de cambio es una de las peores trabas: tienes que armar carpetas, hacer largas filas en el banco y a veces no estás totalmente seguro de que te liquiden los dólares antes de tu fecha de partida, así que pasamos horas de suspenso. Desde las últimas devaluaciones, los boletos triplicaron sus precios, muchos nos vimos obligados a optar por el turismo nacional, a pesar de la inseguridad». Eduardo Monzón, Valencia, Venezuela.
Los «raspacupos»
- «Conozco a varias personas que viajaron sólo por tres días únicamente para ‘raspar’ las tarjetas de crédito y eso ha aumentado una demanda ficticia de viajes. Tal vez ahora con las nuevas medidas se reducirán los viajes a raspar y pueda lograrse una cierta estabilidad o normalidad». Noélia María Gomes Rodrigues.
- «Según el gobierno ahora todos somos raspacupos, conseguir un boleto de avión es mas difícil que una harina pan». Ana Isabel Depablos Medina.
- «Pensaba viajar en abril a Estados Unidos de turismo y aprovechar para tomar un curso de cuatro semanas de inglés. Desde octubre estoy buscando boletos pero no hay. Ahora es probable que tampoco me autoricen el curso a dólar preferencial. Cancelé los planes». Anónimo, Caracas, Venezuela.
- «En realidad es la gente la que sale perjudicada. Como siempre. Ahora viajar cuesta el doble y las aerolíneas comienzan a limitar sus ventas. El empresario sigue siendo el beneficiado ya que podrán conseguir el dólar a tasa preferencial. Esto en un gobierno que se jacta de ser socialista es un verdadero absurdo. Aquí hay más capitalismo que nunca». Iván Ernesto Reyes.
- Lo único difícil es la disponibilidad de vuelos, la mayoría de los destinos de vuelos están vendidos. La demanda supera a la oferta».Ricardo Rivas.
- Conseguir los pasajes es una odisea, realizar los trámites ante las autoridades cambiarias termina en pelea de gladiadores». Jonathan Peña.
- «Estoy afectada y atrapada cuando no tengo la libertad de salir de mi país, toda vez que las líneas aéreas no venden pasajes por lo que el gobierno les adeuda. Y siento pena ajena cuando un ministro del área económica dice que no es contra los viajeros, sino contra los ‘raspacupos’. Por favor, cruce la lista de solicitudes con la de viajeros. Lo otro es una excusa que no solo me deprime, sino que lesiona mis derechos ciudadanos». Elizabeth Brito Nena.
- «Pues no sé cómo le harán pero en Miami miro a diario mucho venezolano que acaba de llegar y con muchos dólares comprando de todo y se van con maletas repletas de cosas». Isabel Rivera.
- «Hoy, los venezolanos no tenemos derecho a salir y entrar de nuestro país con dignidad, respeto y con libertad: un pasaporte una misión imposible, dinero para comprar moneda extranjera un karma (desempleo, inflación y devaluaciones hacen complot para viajar, estudiar, turismo en el extranjero), el mundo avanza al siglo XXI y nosotros no evolucionamos. No nos merecemos esta desgracia histórica». Desirée Peñaranda-Rodríguez.
- «La situación es tan difícil que no se consigue un billete Caracas-Puerto Rosario sino para diciembre 2014 y estamos en enero». Fanny Rodríguez Urbaneja.