Trotar con una camisa alusiva al partido político Primero Justicia le costó sangre al joven Luis Miguel Silva, titular de la cédula de identidad 19.822.247. Ni siquiera era de noche cuando el joven de 24 años de edad fue sorprendido por un pareja de motorizado, quienes según contó le arrancaron la camisa.
Silva se acercó a las instalaciones de La Voz, en un intento por lograr ser escuchado por las autoridades, a los fines de que experiencias como estas no se vuelvan a repetir, y como un llamado de conciencia ante lo que considero el odio que se ha sembrado en muchos venezolanos por diferencias de ideología y de pensamiento.
«Maldito escuálido»
Luis Miguel Silva, de profesión docente, se dispuso a trotar el sábado 25 de enero de este año 2014 por el sector El Ingenio de la ciudad de Guatire, estado Miranda. Lo que no se imaginaba era que a escasos minutos de comenzar su faena deportiva, sería interceptado por el par de sujetos, quienes lo obligaban a quitarse la camisa.
«Se me acercaron y el parrillero expresó: maldito escuálido, quítate la camisa que te vas a ir desnudo para tu casa. Yo obviamente no accedí, pues estamos en un país democrático en donde somos libres de expresar lo que pensamos y en el que abiertamente podemos decir con qué partido simpatizamos sin necesidad de que esto sea motivo de odio, además, yo salí de mi casa sin ánimos de pelear con nadie, más bien para relajarme. Pero el caso es que en esta ocasión mantener mi postura me costó que éste hombre, quien llevaba puesta una franela de color rojo con el estampado de los ojos de Chávez, y una gorra del Psuv, sacara un arma de fuego que por cosas de Dios se le engatilló», explicó Silva.
Golpeado y humillado
La víctima del ataque que ocurrió cerca de una planta eléctrica, agrega que inmediatamente agachó la cabeza en un intento por protegerse ante lo que parecía un inminente disparo que afortunadamente no se activó.
«Me dieron un cachazo en la cabeza y me dejaron desangrándome. Me golpearon la cara y me partieron las costillas. Me rasgaron la franela también. Fui atendido de emergencia en el Hospital General Guatire-Guarenas de emergencia», dijo.
Hizo un llamado a la tolerancia, en aras de que sucesos como estos no sigan formando parte del día a día del ciudadano. Ya formuló su denuncia ante el Cicpc.
«Gracias a Dios la estoy contando. La idea de denunciar es que la mayoría lea esto y que nos sensibilicemos. No me robaron, no me quitaron nada. Iban directamente a agredirme psicológicamente y a humillarme. Es triste que se esté llegando hasta tanto y que el odio esté destruyendo a toda una sociedad», culminó el denunciante.
Yohadi Arteaga
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