La infancia parece tan íntimamente unida a la alegría como lo está a los juegos, pero desde hacía tiempo no ocurría así con Mahan Rahimi, un niño iraní de 8 años: se había quedado calvo por una misteriosa enfermedad y sus compañeros lo marginaban por ello. Sin embargo, la sonrisa ha vuelto, y con más fuerza, a iluminar su rostro. Y ha sido gracias a su profesor.
La solidaridad de su maestro Ali Mohammadian, quien decidió rasparse la cabeza cuando vio cómo el menor estaba siendo marginado, ha generado toda una revolución. En poco tiempo, toda la clase se había afeitado la cabeza y los alumnos volvieron a aceptar a Mahan. También los medios de comunicación nacionales hicieron eco del acontecimiento y hasta el presidente del país Hassán Rohani y el Gobierno, ofrecieron apoyo financiero para el tratamiento médico del alumno.
«Estoy muy feliz de que esto haya conmovido tantos corazones y de que la gente haya reaccionado de manera tan positiva», dijo el profesor de 45 años de la escuela de Marivan —una ciudad kurda en el oeste de Irán— a «The Guardian». «Ahora todo el mundo en la escuela quiere afeitarse la cabeza».
Fue a principios de mes cuando Mohammadian publicó en Facebook una foto de él raspado junto con Mahan. Pronto la imagen se llenó de «likes» y compartidos. «La sonrisa había desaparecido del rostro de Mahan y estaba preocupado por su rendimiento en clase. Por eso pensé en afeitarme la cabeza, para traerlo de vuelta a la pista».
El profesor, que ha sido apodado por los medios de comunicación de Irán como «el héroe de la semana», consiguió darle gran visibilidad a la historia mientras los médicos siguen estudiando cuál es la enfermedad que ataca a Mahan.
Y, en cuestión de días, los demás alumnos de su clase también querían rasparse. «Les dije que esperaran a que el frío terminara», cuenta el maestro, «pero cuando entré el sábado por la mañana a clases, todos estaban calvos». Ahora, los compañeros de Mahan son un apoyo para él. Y la sonrisa ha vuelto a su cara.