El mánager dijo que entiende la decisión de la gerencia general de los Medias Rojas de Boston
Los Medias Rojas de Boston confiaron en que Bobby Valentine restituiría el orden en un plantel indisciplinado y con el ánimo abatido después de un derrumbe estrepitoso en la campaña de 2011.
En vez de ello, sólo hubo más problemas. El mánager, conocido por su confianza en sí mismo y por una franqueza que a veces raya en la irreverencia, fue despedido el jueves, un día después de que concluyó una campaña llena de disputas internas y de derrotas. Valentine tuvo un récord de 69-93 en su único año al frente de los Medias Rojas, que tuvieron su peor temporada en casi medio siglo.
«Entiendo esta decisión», dijo el piloto. «En este año he tenido una experiencia increíble en Boston, pero estoy también decepcionado por los resultados, al igual que los dueños y todos los aficionados de la Nación de los Medias Rojas… Estoy seguro de que habrá un año de recuperación».
Valentine, gran conocedor del beisbol, quien ganó el gallardete de la Liga Nacional con los Mets de Nueva York y conquistó innumerables éxitos en Japón, fue contratado como reemplazo de Terry Francona, que ganó dos veces la Serie Mundial con Boston (2004 y 2007) pero que perdió el respeto de los peloteros en 2011, durante un colapso sin precedente en septiembre, el cual dejó a los Medias Rojas sin un boleto que parecían tener en la bolsa.