Los Knicks de Nueva York están empeñados en volver a la postemporada.Y en ir más lejos. Por ello, han intentado reforzar su plantel, luego de la cantidad de cambios del año anterior, cuando lograron un cuadro bastante competitivo que tuvo su punto más alto de resonancia con la aparición del armador Jeremy Lin.
El impacto del jugador de ascendientes asiáticos fue notable. Pör su juego, alegre y efectivo, que dio victorias y además despertó gran entusiasmo en la afición de la gran ciudad, evidente en la asistencia al Madison Square Garden y en la venta de camisetas y otros «souvenirs». Sin embargo -y de ello no se han dado muchos detalles- no hubo suficiente interés en sus servicios para esta temporada y el piloto fue a parar a los Rockets de Houston, con un jugoso contrato.
La gerencia de la Gran Manzana, sin embargo, se ha movido con interés para presentar un plantel con opción, que sigue teniendo sus grandes figuras en el alero Carmelo Anthony y el ala-pivot Amare Stoudemire. No obstante, en busca de experiencia parece habérsele ido la mano, al extremo de que, con el anuncio, hace dos días, de la contratación de Rashaad Wallace, se han convertido en el equipo con mayor promedio de edad que se conoce en la NBA: 32 años y 204 días.
Los Knicks tenían ya al argentino Pablo Prignoni, un base que hará su debut en la NBA a los 35. Al poste Marcus Camby, ganador de títulos en rebotes y como jugador defensivo (38), al excelente armador Jason Kidd (39) y a Kurt Thomas (40), a los cuales agregan ahora los 38 de Wallace, un alero de calidad pero casi en el retiro.
A ver cómo se las arregla el técnico Mike Woodson, en su primera temporada completa al frente del equipo, para manejar a esos veteranos, indudablemente talentosos pero cuyos egos y condiciones físicas requerirán atención especial.
Armando Naranjo
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