¿Se sentó este domingo a ver el Super Bowl, la final del fútbol americano? Los Halcones Marinos de Seattle aplastaron a los Broncos de Denver (43-8) y se hicieron con su primer «súper tazón» en la edición número 48 de este evento.
Una gran maquinaria publicitaria se puso en marcha para buscar que la respuesta fuera «sí», incluso si usted no vive en Estados Unidos.
La audiencia que este domingo siguió el «Super Bowl» fue un fenómeno mayoritariamente estadounidense.
A diferencia del béisbol, el baloncesto o el voleibol, disciplinas de origen estadounidense que gozan de gran popularidad en otras partes, el fútbol americano ha probado ser un deporte difícil de exportar.
En el Caribe y en Venezuela el béisbol es el deporte nacional. Corea y Japón también tienen ligas importantes que mueven multitudes y millones. Argentina, Brasil, España y muchos países de la Europa del Este descollan como importantes potencias del baloncesto.
La gran excepción hasta ahora ha sido el fútbol americano. El deporte se conoce en todo el mundo, en parte por lo mucho que sale en películas de Hollywood.
Pero durante años, los promotores del juego de los atletas gigantescos, de la pelota de forma almendrada, los cascos y aparatosos equipos de protección han tratado de poner un pie en el extranjero y crear ligas locales, sin que hasta ahora hayan tenido mucho éxito.
En el Azteca
No obstante, hay quienes ven señales prometedoras. En 2005 la NFL (siglas en inglés de la Liga Nacional de Fútbol americano) empezó en México una nueva era en sus esfuerzos de internacionalización.
El 2 de octubre de ese año, más de 103.000 espectadores llenaron el estadio Azteca de México, para ver a los Cardenales de Arizona y los 49’s de San Francisco en el primer encuentro de temporada regular realizado fuera de EE.UU. Arizona derrotó a San Francisco 31 a 14.
Reino Unido es el país europeo donde el fútbol americano parece contar con más seguidores, con transmisiones garantizadas en las principales cadenas deportivas y partidos programados hasta el 2016.
Pero no se trata sólo de un esfuerzo para complacer a ciudadanos nostálgicos, ya que según los datos de la NFL, sólo el 3% de los asistentes a los juegos que se realizan en Londres son estadounidenses residenciados en las islas británicas.
David Tossell, director de Relaciones Públicas para Europa de NFL International, explicó a BBC Mundo como tratan de vender la disciplina fuera de los EE.UU.
«La NFL tiene una estrategia por dos flancos: en primer lugar tratar de que la gente vea el deporte lo más posible, lo cual significa que los diversos territorios tengan acceso a la transmisión de los juegos, ya sea con los mejores acuerdos con cadenas televisivas o con nuestros propios productos a la carta o por internet».
«Eso va de la mano con la estrategia que está funcionando muy bien en Reino Unido, que es jugar fuera de EE.UU.», añadió. «Hemos jugado en Londres desde hace siete años, el año pasado hicimos dos juegos y para este año, por primera vez, tendremos tres».
La suspensión de su liga europea no ha disuadido a algunos dentro de la NFL a seguir promoviendo la internacionalización del deporte, al punto que algunos consideran la posibilidad de escenificar un Super Bowl en Londres, e incluso de pisar con más fuerza en la crecientemente próspera Asia.
«La NFL está tratando de averiguar cómo puede llegar al resto del mundo, particularmente Japón y China», dijo a BBC Mundo Humberto Barreto, profesor de Economía de la Universidad DePaw y experto en fútbol americano.
Vitrina publicitaria
Como espectáculo, el fútbol americano, en la cúspide definitoria de la temporada que es el Super Bowl, es uno de los eventos mejor logrados y su transmisión por televisión atrae multitudes dentro y fuera del país
«Es el segundo evento más visto del mundo después del Mundial de Fútbol, incluso más que los Juegos Olímpicos», explicó a BBC Mundo Andoni Biurrarena, jefe de Deportes de Yahoo en español.
En parte, las audiencias se sienten atraídas no sólo por lo deportivo, sino porque el evento se ha convertido en la vitrina para exhibir la creatividad de los publicistas estadounidenses y los anunciantes pagan hasta US$4 millones por un espacio de 30 segundos en la transmisión.
Además, el espectáculo incluye un intermedio musical donde, por quince minutos, suelen presentarse grandes nombres de la música, como Maddonna, Beyonce o Bruce Springteen. Este año será el turno del cantante pop Bruno Mars.
«En EE.UU., el Super Bowl es una locura», comenta el profesor Barreto. «Dura como cuatro horas y la gente mira los anuncios, al punto que al día siguiente todo el mundo habla esos anuncios y no del juego, es una fiesta cultural».
¿Se sentó este domingo a ver el Super Bowl, la final del fútbol americano? Los Halcones Marinos de Seattle aplastaron a los Broncos de Denver (43-8) y se hicieron con su primer «súper tazón» en la edición número 48 de este evento.
Una gran maquinaria publicitaria se puso en marcha para buscar que la respuesta fuera «sí», incluso si usted no vive en Estados Unidos.
La audiencia que este domingo siguió el «Super Bowl» fue un fenómeno mayoritariamente estadounidense.
A diferencia del béisbol, el baloncesto o el voleibol, disciplinas de origen estadounidense que gozan de gran popularidad en otras partes, el fútbol americano ha probado ser un deporte difícil de exportar.
En el Caribe y en Venezuela el béisbol es el deporte nacional. Corea y Japón también tienen ligas importantes que mueven multitudes y millones. Argentina, Brasil, España y muchos países de la Europa del Este descollan como importantes potencias del baloncesto.
La gran excepción hasta ahora ha sido el fútbol americano. El deporte se conoce en todo el mundo, en parte por lo mucho que sale en películas de Hollywood.
Pero durante años, los promotores del juego de los atletas gigantescos, de la pelota de forma almendrada, los cascos y aparatosos equipos de protección han tratado de poner un pie en el extranjero y crear ligas locales, sin que hasta ahora hayan tenido mucho éxito.
En el Azteca
No obstante, hay quienes ven señales prometedoras. En 2005 la NFL (siglas en inglés de la Liga Nacional de Fútbol americano) empezó en México una nueva era en sus esfuerzos de internacionalización.
El 2 de octubre de ese año, más de 103.000 espectadores llenaron el estadio Azteca de México, para ver a los Cardenales de Arizona y los 49’s de San Francisco en el primer encuentro de temporada regular realizado fuera de EE.UU. Arizona derrotó a San Francisco 31 a 14.
Reino Unido es el país europeo donde el fútbol americano parece contar con más seguidores, con transmisiones garantizadas en las principales cadenas deportivas y partidos programados hasta el 2016.
Pero no se trata sólo de un esfuerzo para complacer a ciudadanos nostálgicos, ya que según los datos de la NFL, sólo el 3% de los asistentes a los juegos que se realizan en Londres son estadounidenses residenciados en las islas británicas.
David Tossell, director de Relaciones Públicas para Europa de NFL International, explicó a BBC Mundo como tratan de vender la disciplina fuera de los EE.UU.
«La NFL tiene una estrategia por dos flancos: en primer lugar tratar de que la gente vea el deporte lo más posible, lo cual significa que los diversos territorios tengan acceso a la transmisión de los juegos, ya sea con los mejores acuerdos con cadenas televisivas o con nuestros propios productos a la carta o por internet».
«Eso va de la mano con la estrategia que está funcionando muy bien en Reino Unido, que es jugar fuera de EE.UU.», añadió. «Hemos jugado en Londres desde hace siete años, el año pasado hicimos dos juegos y para este año, por primera vez, tendremos tres».
La suspensión de su liga europea no ha disuadido a algunos dentro de la NFL a seguir promoviendo la internacionalización del deporte, al punto que algunos consideran la posibilidad de escenificar un Super Bowl en Londres, e incluso de pisar con más fuerza en la crecientemente próspera Asia.
«La NFL está tratando de averiguar cómo puede llegar al resto del mundo, particularmente Japón y China», dijo a BBC Mundo Humberto Barreto, profesor de Economía de la Universidad DePaw y experto en fútbol americano.
Vitrina publicitaria
Como espectáculo, el fútbol americano, en la cúspide definitoria de la temporada que es el Super Bowl, es uno de los eventos mejor logrados y su transmisión por televisión atrae multitudes dentro y fuera del país
«Es el segundo evento más visto del mundo después del Mundial de Fútbol, incluso más que los Juegos Olímpicos», explicó a BBC Mundo Andoni Biurrarena, jefe de Deportes de Yahoo en español.
En parte, las audiencias se sienten atraídas no sólo por lo deportivo, sino porque el evento se ha convertido en la vitrina para exhibir la creatividad de los publicistas estadounidenses y los anunciantes pagan hasta US$4 millones por un espacio de 30 segundos en la transmisión.
Además, el espectáculo incluye un intermedio musical donde, por quince minutos, suelen presentarse grandes nombres de la música, como Maddonna, Beyonce o Bruce Springteen. Este año será el turno del cantante pop Bruno Mars.
«En EE.UU., el Super Bowl es una locura», comenta el profesor Barreto. «Dura como cuatro horas y la gente mira los anuncios, al punto que al día siguiente todo el mundo habla esos anuncios y no del juego, es una fiesta cultural».