A primera vista -y a juzgar por la foto- no parece un hombre desnutrido. Sí tiene síntomas de malnutrición, como hinchazón en los pies y tobillos, pero no muestra una cara demacrada.
Se trata del hombre de origen salvadoreño rescatado hace unos días en las Islas Marshall tras pasar, según afirma, más de un año a la deriva.
José Salvador Albarengo dice que zarpó de la costa mexicana en diciembre de 2012 con un amigo a pescar tiburones, y un problema con el motor del barco -de 7 metros de largo- hizo que se quedaran a la buena de las corrientes oceánicas.
Su compañero no sobrevivió al periplo, pero Albarengo sí. Aparentemente gracias a dos cosas: sombra e hidratación por agua de lluvia y sangre de tortugas. «Las tortugas tienen un gran valor nutricional», le dice a BBC Mundo Giuseppe Russolillo, presidente de la Asociación Española de Dietistas y director de la Conferencia Mundial de Dietistas.
Lo que quiere decir que en la carne de estos quelonios, el náufrago habría conseguido una fuente de grasas y proteínas; y en su sangre, una concentración de azúcares, nutrientes y sales importantes para sobrevivir.
«Aunque faltan muchos alimentos (como vegetales, frutas y fibras) la vida es compatible y sólo se va desnutriendo», señala Russolillo tras enterarse de la noticia. «Desconozco su capacidad de pesca, pero si comió mucha proteína, no tenía por qué adelgazar y pudo aguantar perfectamente»
Sin hidratación no hay vida
Russolillo no ha estado involucrado directamente en el caso, pero sus años de experiencia le indican que un humano puede sobrevivir a una odisea como la que pasó Albarengo.
La clave está en la hidratación. «Estudios indican que una persona puede pasar hasta cuatro meses en inanición, pero sólo puede aguantar 4 días si no está hidratado».
Si bien no existen muchos detalles del barco de fibra de vidrio en el que sobrevivió, el hecho de que haya salido a cazar tiburones indica que se trata de una embarcación mínimamente equipada, lo que le pudo permitir pescar y tener espacio para recoger suficiente agua de lluvia.
«Es imposible que alguien sobreviva tanto tiempo en un bote salvavidas porque este no tiene capacidad para guardar (suficiente agua)», aclara el nutricionista.
Se estima que para que una persona pueda sobrevivir a condiciones extremas, necesita un mínimo de hidratación de 400 a 600ml al día, unos tres vasos de líquido.
La embarcación también tuvo que tener un lugar dónde guarecerse, debido a que, según el experto, es imposible haber pasado tanto tiempo bajo las inclemencias del sol.
«Si fue capaz de cubrirse de la exposición solar y mantenerse mojado para evitar perder agua por la exudación de la piel, entonces pudo pasar todo ese tiempo a la deriva», aclara el especialista, pues las necesidades hídricas aumentan con la exposición al sol.
Primero hambre
La forma en que el organismo responde cuando baja drásticamente la ingesta es con la sensación de hambre.
No obstante, cuando pasa un tiempo y empieza a quemar las reservas del cuerpo, se liberan cuerpos cetónicos que inhiben el apetito. Esto suele ocurrir a partir del tercer día. «La persona puede mantenerse con una baja ingesta energética», señala Russolillo.
El hecho de que tampoco se tratara de una embarcación muy grande pudo haber jugado a favor, debido a que tuvo un gasto mínimo de energía. Y si estaba preparado para pescar tiburones, entonces pudo haber contado con rollos de pesca e incluso equipos para cocinar.
En caso de que no haya podido ingerir alimentos cocinados, Albarengo estuvo expuesto a contraer algunas enfermedades, como la que causa el parásito anisakis. «El problema de comer carne cruda es el tiempo de putrefacción», señala el experto. «Existen riesgos a nivel higiénico, pues es por la sangre que se transmiten enfermedades».
Si el náufrago bebió la sangre directamente de las tortugas y justo después de matarlas, entonces minimizó las posibilidades de enfermarse. No obstante, estas son sólo suposiciones. «Lo que sí está claro es que este hombre no podía sobrevivir por mucho más tiempo», aclara Russolillo. «Al final le hubiera dado un fallo multiorgánico causado por una malnutrición galopante».
BBC