El abogado del Estado, Michael McDowell, presentó este martes ante el Tribunal Supremo de Dublín sus argumentos contra una decisión adoptada el pasado año por el Tribunal Superior que sentó un precedente en este país respecto a este asunto
DUBLÍN. El Estado irlandés rechazó reconocer a efectos legales la maternidad de una mujer que recurrió a la subrogación para tener descendencia, técnica conocida popularmente como «vientre de alquiler».
El abogado del Estado, Michael McDowell, presentó este martes ante el Tribunal Supremo de Dublín sus argumentos contra una decisión adoptada el pasado año por el Tribunal Superior que sentó un precedente en este país respecto a este asunto.
Aquella corte determinó que la citada mujer, una irlandesa cuya identidad no ha sido divulgada, podía inscribir su nombre en el certificado de nacimiento de sus hijos.
En un caso sin precedentes, los tres jueces fallaron en 2013 a favor de la demandante, a la que declararon como madre legal de la pareja de mellizos que su propia hermana dio a luz tras un proceso de implantación de sus embriones que se hizo fuera del país.
McDowell recalcó que, por ley, la subrogada debe continuar figurando como la madre en los certificados de nacimiento de los mellizos, porque de lo contrario, advirtió, podría haber «consecuencias radicales» para, por ejemplo, las leyes de ciudadanía o sucesiones.
Según el letrado, ante el Estado y la Constitución de Irlanda, la mujer que da a luz es la madre, puesto que el concepto de «maternidad», por «sentido común», dijo, implica «un embarazo y no tiene en cuenta la genética».
Asimismo, McDowell aseguró que el Tribunal Superior no tiene autoridad para «anular» los derechos de la mujer en cuanto da a luz, al tiempo que recordó que la transferencia de una tutela no puede efectuarse mediante un «contrato privado», sino a través de un «proceso legal público», como una adopción.
Con el apoyo de su hermana, la citada «madre genética» decidió llevar el pasado año este caso ante la Justicia irlandesa, después de que en el registro de nacimientos, matrimonios y defunciones se negaran a incluir su nombre en los certificados de los pequeños.
Tras conocer la sentencia favorable, la abogada de la demandante, Marion Campbell, expresó entonces su confianza en que sirviera para que el Gobierno irlandés reformase la legislación sobre esta «difícil cuestión de la maternidad subrogada» y que ello permitiera «consagrar los derechos» de los nacidos a través de esta práctica.
La abogada recordó que, de momento, la llamada Ley de la Situación del Menor (de 1987) establece que la madre es la persona que da a luz, aunque advirtió de que la decisión del Tribunal Superior iba a obligar al Estado a modificarla o a redactar una nueva normativa.
En Irlanda está permitido recurrir a los vientres de alquiler, pero, dado que no hay legislación específica al respecto, las parejas que lo solicitan deben viajar al extranjero para seguir este proceso.
En este sentido, el ministro irlandés de Justicia, Alan Shatter, publicó recientemente una lista de recomendaciones para evitar que, al regresar a Irlanda, los nuevos padres se encuentren con diversas trabas legales.
Agencias