La ministra venezolana de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, reconoció que el Estado no tiene el control completo de algunas de las cárceles del país, pero negó que haya hacinamiento, al asegurar incluso que el número total de presos es inferior a la capacidad disponible en los recintos.
En una entrevista publicada hoy en el diario El Universal, la ministra mencionó situaciones que revelan cómo los reclusos muchas veces controlan el ingreso a las cárceles y mantienen, en ocasiones, gobiernos paralelos a los de las autoridades penitenciarias, al amparo de una tenencia ilegal de armas.
«Imagínate que un día fue uno de mis trabajadores a un penal y tuvo que pedir permiso para pasar. Le colocaron ocho fusiles en el pecho y lo amenazaron«, afirmó.
Al mismo tiempo, indicó que su orden de cerrar una discoteca que funcionaba al interior de un penal del estado de Aragua, donde en enero murió una visitante de 18 años producto del consumo de sustancias tóxicas, no prosperó porque los reclusos se negaron a acatarla.
«El dilema que existe allí es que tienen un Gobierno implementado y en manos de los privados y no aceptan el régimen, no aceptan disciplina«, dijo.
Sin embargo, defendió los esfuerzos de su gestión para acabar con las «mafias carcelarias», un problema que, consideró, data de antes de la llegada del chavismo al poder en 1999.
«Si yo quiero ir a contar los presos, hacer el registro (…), lo hago. No hay quién me lo impida. Aquí se acabó el malandreo y los pactos con mafias carcelarias«, afirmó.
«Los privados deben cumplir las normas, aquí hay autoridad», dijo en otro tramo de la entrevista.
La ministra salió al paso también de aquellos que la cuestionan por tomarse fotos con algunos líderes carcelarios cuando visita penales y manifestó que «eso no tiene nada de malo», que si pudiera retratarse «con el papa lo haría».
Tras calificar de «falsas» las cifras de la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) sobre el presunto hacinamiento en las cárceles, Varela sostuvo que desde su ministerio se han remodelado espacios que estaban abandonados y que «se trabaja mucho para tener una población holgada en cada centro penitenciario».
«Todo ese trabajo está en contra del hacinamiento. Antes sí lo había, no lo niego, pero ahora no», dijo.
Según la ministra, en el país hay un total de 50.000 presos hombres y 2.340 mujeres distribuidos en 49 centros penitenciarios, cuando la capacidad real del sistema es de 55.000 internos.
«Tenemos por debajo de la capacidad. Por eso no hay hacinamiento», aseguró.
Sus cifras contrastan con las publicadas la semana pasada por el OVP en su informe anual, que contabilizó 53.566 presos en 51 centros de reclusión de Venezuela, incluyendo prisiones, retenes y comisarías, que están diseñados para albergar a 16.189 personas.
El sistema penitenciario venezolano padece una crisis crónica por la falta de control de las prisiones, donde ingresan armas y estupefacientes y hay altas tasas de asesinatos, un problema que el fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) llegó a tildar de «cáncer» y que lo impulsó a crear hace dos años un ministerio dedicado al sector.
Según el OVP, el hacinamiento carcelario llegó al 231 % el año pasado, cuando además murieron 506 presos en las cárceles, una cifra aún elevada pese a ser un 14 % inferior a la del 2012. EFE