Un fiscal argentino pidió este jueves que se llame a declarar como imputado al vicepresidente Amado Boudou en una causa por presunta corrupción y tráfico de influencia, según un escrito judicial publicado por la prensa.
El fiscal Jorde Di Lello presentó su pedido al juez Ariel Lijo, quien debe decidir ahora si hace lugar a la solicitud, para lo cual no tiene plazo legal, en el marco de una causa judicial iniciada hace dos años.
El vicepresidente, el político argentino de peor imagen según encuestas, ha mantenido un perfil bajo en los últimos tiempos, aun cuando debió hacerse cargo del Ejecutivo durante 40 días en 2013 por la operación de cabeza a la que se sometió la presidenta Cristina Kirchner en octubre pasado.
Boudou, de 51 años, está siendo investigado por «negociaciones incompatibles con la función pública» en un hecho ocurrido cuando era ministro de Economía (2009-2011).
La causa está relacionada con una gestión realizada por Boudou en 2010 ante la agencia de recaudación fiscal (Administración Federal de Ingresos Públicos, AFIP) para evitar la quiebra de la empresa Ciccone Calcográfica, la única imprenta de billetes y documentos oficiales, ahora expropiada por el Estado.
Según las acusaciones, Boudou habría utilizado su cargo de ministro para beneficiar a los accionistas que tomaron el control de Ciccone evitando la quiebra, lo que fue negado por su defensa.
La compra de acciones se hizo mediante la sociedad The Old Fund, que estaba presidida por Alejandro Vandenbroele, señalado por su exesposa como testaferro del vicepresidente.
Además de Boudou, el fiscal pidió la declaración indagatoria de otros diez acusados, entre ellos el titular de la agencia de recaudación fiscal, Ricardo Echegaray.
«Se investiga el supuesto de negociaciones incompatibles en el que se vería involucrado el actual vicepresidente Boudou, por cuanto se habría interesado en la operación comercial referida (de salvataje de Ciccone), junto a su socio comercial José María Nuñez Carmona», señala el fiscal en el escrito.
AFP