Hoy es necesario dar nuevos aportes ante la dinámica sociopolítica que vivimos para seguir avanzando en la construcción de la agenda afro, ante el “olvido tal vez no intencional» de la estrategia discursiva en la que la ausencia afro se ha evidenciado después de la muerte del presidente Hugo Chávez
La experiencia afrodescendientes en Venezuela tuvo su fortaleza precisamente comenzando sobre la asunción de una conciencia crítica y la introyección como sujetos históricos.
El autoreconocimiento fue un factor de articulación que rompió con el folklorismo inútil segmentado por siglos en la mentalidad afro. Hace catorce años, en discusión con la psicóloga y miembra fundadora del Movimiento Social Afrodescendiente, Nirva Camacho, sugerimos iniciar el proceso de autoreconocimiento en las comunidades afrodescendientes como estrategia orientadora para las luchas futuras.
Hoy es necesario dar nuevos aportes ante la dinámica sociopolítica que vivimos para seguir avanzando en la construcción de la agenda afro en el país y profundizar la realfabetización discursiva de quienes deciden la política en nuestro país ante el “olvido tal vez no intencional» de la estrategia discursiva, en la que la ausencia afro se ha evidenciado después de la muerte del presidente Hugo Chávez (revisen los últimos discursos oficiales).
Autoreconocimiento
La soberanía intelectual afrodescendiente está determinada en primer lugar por el autoreconocimiento que cada uno de nosotros debemos tener sobre nosotros mismos y el nosotros mismos no es más que el conocimiento socialmente construido desde nosotros, partiendo de nuestra subjetividad, nuestra historia y afroepistemología.
El autoreconocimiento comienza por el “auto”, que no es más que la autonomía que tengo ante el mundo, mi mundo que se proyectó en contexto de los colectivos, dónde nací, me desarrollé, la herencia cultural, mi simbología: Soy en la medida que tengo autonomía de mi ser.
Ronald Laing sostiene en su obra El yo dividido, que la autonomía es: “La capacidad de experimentarse a uno mismo como autónomo, significa que uno ha llegado realmente a percatarse de que es una persona aparte de todas las demás, por hondamente que en la alegría o en el sufrimiento me vea yo comprendido con algún otro en no es yo, y yo no soy él. Por solitario o triste que uno pueda estar, uno existe solo. El hecho de que la otra persona, en su propia realidad, no sea yo, se pone frente al hecho igualmente de que mi apego a él es una parte de mí mismo. Si muere o se va o se ha ido, pero mi apego a él persiste es una parte de mí mismo. Pero en última instancia, no puedo morir con la muerte de otra persona, ni ella puede morir mi muerte, como comenta Sartre, a propósito de Heidegger, el otro no puede amar por mí, ni tomar mis determinaciones, y yo, de igual modo, no puedo hacerlo por él. En otras palabras, él no puede ser yo, y yo, no puedo ser él. Si el individuo no se siente autónomo, quiere decir que no puede experimentar ni su separación, ni su relación respecto a el otro a la manera común”.
El “auto” también tiene que ver con el cómo me asumo o nos asumimos con seres actuantes en el tiempo y en las condiciones que nos ha tocado vivir.
El auto tiene que ver con la formación de la personalidad de cada uno de nosotros en nuestros respectivos contextos: familiares, históricos, sociales, espirituales, como lo dice el sabio africano Amadou Hampate Ba: “El desarrollo de la persona va acoplado al ritmo de los grandes períodos del crecimiento del cuerpo, donde cada período corresponde a un grado de iniciación. La iniciación tiene por objetivo dar a la persona física un poder moral y mental que condiciona y ayuda a la realización total del individuo”.
Ese proceso de sedimentación de formación de la personalidad marca indiscutiblemente la autonomía ante el mundo interno y externo, lo cual le permitirá “asumir” y asumirse ante su proceso histórico con su propia subjetividad.
“El aspecto de la subjetividad es aquí fuerte, dado que soy yo quien va a realizarse y es mi felicidad la que está en riesgo. Sin embargo, los seres más felices son aquellos que imprimen su personalidad sobre su mundo, sobre la historia al actuar y crear” (Agnes Heller).
Asumirse con
afroresponsabilidad
En palabras de Pablo Freire la “asunción” es “asumirse como ser social e histórico, como ser pensante, comunicante, transformador, creador, realizador de sueños, capaz de sentir rabia porque es capaz de amar. Asumirse como sujeto porque es capaz de reconocerse como objeto. La asunción de nosotros mismo no significa la exclusión de los otros. Es la “otredad”. Es la “otredad” del “no yo” o del “tu”, la que hace asumir el radicalismo de mi yo.”
La autonomía es el requisito fundamental de la soberanía intelectual y lograrla no es fácil, es compleja y muchas veces no nos damos cuenta de ello. Lamentablemente algunos lideres afro se han diluido en agendas impuestas y se han momificado y ventrilocuisados. La lucha interna por nuestra autodefinición como sujetos históricos no es nada fácil. Freire, tomando en cuenta la experiencia educativa, como piedra angular para la reproducción del poder instituido o como factor de creación de autonomía nos expresa: “La experiencia histórica, política, cultural y social de los hombres y de las mujeres jamás se puede dar “virgen” del conflicto entre las fuerzas que obstaculizan la búsqueda de la asunción de sí por parte de los individuos y de los grupos y de las fuerzas que trabajan a favor de aquella asunción. La solidaridad social y política de que necesitamos para construir la sociedad menos fea y menos aristosa, en que podemos ser mas nosotros mismos, tiene en la formación democrática una practica de real importancia. El aprendizaje de la asunción del sujeto es incompatible con el entrenamiento pragmático o con el elitismo autoritario de los que se piensan dueños de la verdad y del saber articulado” (Freire).
CHU-CHE-RÍAS
**** El Movimiento Social Afrodescendiente debe iniciar la segunda fase de realfabetización del Gobierno ante la ausencia de reconocimiento afro en la estrategia discursiva, como ya lo había reconocido en el pasado con el presidente Chávez. ¿Estamos ante una «involución oficial discursiva etnoexcluyente?
**** Desde Tacarigua de la Laguna nos informan que sigue avanzando el proceso de su destrucción, ahora que el agua está escaseando en el mundo y los efectos de cambio climático están en el orden de prioridad… se imponen medidas urgente de protección de este patrimonio natural de Venezuela.
La voz de afroamérica
Jesús “Chucho” García