El cadáver del abogado Jhonny Marrero, de 53 años de edad, fue hallado maniatado y amordazado, presentando siete heridas causadas por un arma blanca en su espalda
En una habitación de su apartamento ubicado en la torre D de las residencias Doral Centro, en la Candelaria fue hallado este lunes el cadáver maniatado y amordazado de Jhonny Marrero, de 53 años de edad, abogado y analista de personal de la Asamblea Nacional.
Una sobrina de la víctima extrañada porque no le atendía las llamadas llegó a las 10:00 de la mañana del lunes al edificio y cuando forzó la puerta del apartamento en el piso 8, donde vivía el abogado solo, lo encontró muerto en su cuarto con siete cuchilladas en la espalda.
Marrero solía comunicarse con su sobrina todas las tardes, pero hablaron por última vez el sábado. Cuando ella lo llamó el domingo no le atendió, tampoco lo hizo el lunes temprano, por lo que la joven decidió ir hasta su residencia en la esquina de Candilito.
Allí, le informaron que no lo veían desde los últimos los días, pero que si la llave de paso del agua estaba abierta era porque Marrero estaba allí, debido a que tenía la costumbre de cerrarla cuando salía. Fue cuando decidieron entrar a la fuerza temiendo que algo podía haberle sucedido.
Comisiones de la División contra Homicidios del Cicpc iniciaron las averiguaciones por este crimen. Los responsables del asesinato se llevaron de la casa televisores, computadoras y electrodomésticos. En el lugar se encontraron signos de desorden, aunque la puerta del inmueble no estaba forzada.
Las cámaras de seguridad de la torre que también tiene algunas en los ascensores, grabaron a tres hombres quienes ingresaron al edificio entre las 9:00 y las 10:00 de la noche del sábado. Primero se observa a uno solo y luego a otros dos que entran tras él. Uno tenía puesto un casco de motorizado y fue quien esperó por el resto en el pasillo de la planta baja.
Marrero tenía 15 años trabajando en la AN, era soltero y no tenía hijos. Las primeras investigaciones hacen presumir que el abogado le dio acceso a los homicidas, pero se desconoce si fue bajo engaño o que fue llevado a la fuerza hasta su apartamento para cometer un robo.
Su sobrino, Carlos Alvarado dijo que los homicidas se llevaron las llaves del apartamento junto a las pertenencias de la víctima. Al abogado le taparon la boca con tirro y lo dejaron vestido en su habitación. “Vivimos en un país impactado por la delincuencia. No esperábamos que esto ocurriera, aquí no hay seguridad de ningún tipo”, expresó.
Jesús Blanco, jefe de seguridad del edificio dijo que es la primera vez que ocurre un hecho de esa naturaleza en las residencias. Comentó que hace algunos meses se implementó el sistema de que toda persona extraña que ingresara al lugar debía dejar sus datos personales a la vigilancia pero muchos propietarios se quejaron y tuvieron que eliminarlo. Cree que de haberse mantenido ese mecanismo esto se hubiera podido haber evitado.
AA