El principal grupo empresarial de Venezuela, Fedecámaras, repudió hoy la violencia registrada ayer en una jornada de marchas y llamó al Gobierno a entablar un diálogo nacional para que «retorne la paz» al país.
«Es responsabilidad del Gobierno devolver la tranquilidad que necesita nuestro pueblo, razón por la cual, consideramos que es necesario que el Gobierno convoque y escuche de manera urgente a todos los actores sociales del país», dijo Fedecámaras en un comunicado.
Para la patronal, los incidentes, que se cobraron la vida de tres personas, revelan «una preocupante situación» que «no le conviene a ninguno de los actores sociales del país».
El comunicado se conoce un día después de una jornada que comenzó con una marcha pacífica de miles de personas por el centro de la ciudad en protesta contra el Gobierno y que concluyó con grupos de encapuchados atacando la Fiscalía General y quemando vehículos policiales.
Fedecámaras consideró que las marchas representan «una clara expresión de molestia de nuestra sociedad, ante los diversos problemas económicos, sociales y políticos que la aquejan» e instó al Gobierno a «dar el primer paso» para «procurar las condiciones necesarias para que retorne la paz en nuestro país».
«Es imperativo que el Gobierno nacional, convoque a todos los actores sociales a la reconstrucción de una sociedad que pide a gritos el cese de la violencia, y que el sector privado y el público trabajen mancomunadamente», señaló el comunicado.
En línea con el tono crítico que mantiene frente al modelo oficialista, Fedecámaras sostuvo que la situación económica, marcada por una alta inflación y desabastecimiento de bienes básicos, «trae como consecuencia indirecta, un clima de violencia que muestra su cara más perversa con los dramáticos sucesos del día de ayer».
Fedecámaras es señalada habitualmente por el Gobierno como uno de los cerebros de un presunto plan para desestabilizar la economía y generar caos en el país, en alianza con partidos de la oposición y grupos financiados desde el exterior.
Los incidentes registrados ayer volvieron a tensar el clima político en el país, entre denuncias del Gobierno de un «rebrote nazifascista» y acusaciones de la oposición sobre una escalada represiva. EFE