Al finalizar un nuevo ciclo de discusiones, las partes precisaron que lograron puntos en común sobre la sustitución de los cultivos ilícitos, que está dentro del tercer tema que negocian
El Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC anunciaron el jueves avances en sus discusiones para buscar una solución al tema de las drogas ilícitas, imprimiendo un tono de optimismo al diálogo de paz que celebran en Cuba para poner fin a medio siglo de conflicto armado.
Al finalizar un nuevo ciclo de discusiones, las partes precisaron que lograron puntos en común sobre la sustitución de los cultivos ilícitos, que está dentro del tercer tema que negocian luego de acuerdos parciales en cuanto al trabajo de los campesinos y a la participación de la guerrilla en política.
«Hemos trabajado sin pausa a lo largo de este ciclo de conversaciones e iniciamos la construcción de acuerdos sobre el punto ‘Solución al problema de las drogas ilícitas'», dijeron las partes en un comunicado conjunto reseñado por la agencia de noticias Reuters.
El texto distribuido a periodistas agregó que los avances concretos se refieren a los «programas de sustitución de cultivos ilícitos» que incluyen en su ejecución a las comunidades.
«Tenemos los primeros borradores sobre los lineamientos o bases de esa solución», agregaron.
El diálogo entre el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), iniciado hace 15 meses en La Habana, debe reanudarse el 24 de febrero.
Las FARC ratificaron en un comunicado que el ciclo cierra «con avances y entendimientos». Sin embargo, arremetieron contra la política actual del Gobierno.
«Si el Gobierno asume que la política de guerra antidrogas trazada a sangre y fuego por los Estados Unidos en nuestro país ha fracasado, no debe entonces persistir en la tozudez de mantener contra la razón la represión y el prohibicionismo que han agudizado el problema», dijeron en el comunicado.
El jefe negociador del Gobierno, el ex vicepresidente Humberto de La Calle, dijo más temprano el jueves que se buscaban con las FARC «compromisos claros y realistas para encontrar una solución definitiva al problema».
El funcionario aclaró que el tema pasa por «el fortalecimiento de la presencia institucional del Estado en los territorios afectados».
Molestia por
los «pinchazos»
La negociación ha transcurrido en medio de la confrontación ante la negativa del Gobierno de hacer un alto al fuego bilateral propuesto por las FARC en al menos dos ocasiones.
En los últimos días, el supuesto espionaje de la Inteligencia del Ejército colombiano que habría apuntado a periodistas y negociadores de ambas partes, ha marcado el clima del ciclo que culmina el jueves.
El jefe negociador de las FARC, Iván Márquez, dijo a periodistas en La Habana que el incidente «causa una gran molestia».
«Realmente no tiene presentación que los servicios de inteligencia de un Estado espíen a sus propios voceros en una mesa tan trascendental como esta de La Habana, donde intentamos encontrar la solución definitiva a un conflicto tan prolongado», agregó.
La delegación del Gobierno aclaró que son «conscientes» del hecho. «Nuestra actitud es confiar en que los mecanismos institucionales en marcha esclarezcan la verdad de lo ocurrido», apuntó.
El diálogo sigue el principio de que «nada está acordado hasta que todo lo esté». Además del tema de drogas ilícitas, quedan otros en la agenda como el fin del conflicto, la compensación a las víctimas y la refrendación de acuerdos.