El presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV), Diego Padrón, se pronunció hoy sobre los hechos de violencia que se produjeron en el país el pasado miércoles que dejaron tres muertos y más de sesenta heridos y señaló que el Gobierno debe controlar y desarmar a los «grupos violentos».
«Es precisamente a esos grupos violentos a los que el Gobierno no ha podido controlar y el llamado es a que los controle, porque eso entra precisamente dentro de la política de desarme. Se debe hablar de desarme teniendo en cuenta como política que es necesario desarmar a los grupos violentos», dijo Padrón a periodistas.
Padrón, arzobispo de Cumaná (este), indicó que la pacificación es un proceso que comienza en el «reconocimiento mutuo de los adversarios que sigue con una reconciliación» y aseguró que los miembros de la CEV acompañan el proceso de pacificación que impulsa el Gobierno de Nicolás Maduro.
«Estamos dispuestos a colaborar con todo lo que contribuya desde nuestra postura, que no es de tener armas sino de disuadir a quienes son violentos o utilizan la violencia a que bajen el espíritu de violencia y contribuyan a la paz», reiteró.
El religioso también leyó un comunicado de la CEV en el que los obispos venezolanos exigen «una exhaustiva investigación y el castigo a los culpables, en el marco de la Constitución y las leyes observando el debido proceso judicial» sobre lo ocurrido.
También pidieron a los «dirigentes de todos los partidos y agrupaciones, tanto sociales como políticas» que alienten a sus partidarios a contribuir a bajar las tensiones, al reconocimiento de los adversarios y a la mutua reconciliación.
«Que sea firme y sostenido el propósito de construir la paz y evitar cualquier tipo de manifestación violenta que rompa la sana convivencia entre todos los ciudadanos», dice el documento leído por el religioso.
También indicó que le corresponde a las diversas instancias del Estado «atender a los justos reclamos de los diversos sectores de ofrecer las condiciones mínimas para un diálogo social que permita superar los problemas sociales y económicos».
Tres muertos, 66 heridos graves y 69 detenidos es la balance oficial que dejaron incidentes registrados el miércoles tras manifestaciones opositoras en diferentes puntos del país, aunque organizaciones no gubernamentales elevan la cifra de arrestados.
En Caracas, donde se registraron los muertos, la manifestación, que se desarrolló de forma pacífica, acabó en enfrentamientos y graves incidentes que incluyeron el ataque a la Fiscalía General y la quema de vehículos policiales. EFE