El que quiera conducir con éxito tiene que exponerse; el que quiere éxitos mediocres, que no se exponga nunca; y si no quiere cometer ningún error, lo mejor es que nunca haga nada. Juan Domingo Perón.
El Presidente anunció la creación la «Ley de Precios Justos», una especie de ley para el racionamiento, para la compra de productos de primera necesidad, que se aplicará exclusivamente en la red pública, y privada de abastos y supermercados, y otras ramas del comercio.
La justificación del presidente Maduro Moros para establecer este sistema es preocupante, debido a los antecedentes que existen de la ex Unión Soviética sobre las colas “para comprar lo justo”.
En Venezuela hay escasez de alimentos básicos como el aceite, margarina, leche, azúcar, harina de maíz, granos, insumos, repuestos, vehículos etc. La producción agropecuaria nacional ha caído ha consecuencia de la política de expropiaciones e invasiones de fincas.
Antes de esto se importaba un 30% de alimentos, y ahora según expertos en la materia se importa más del 70% para cubrir las necesidades.
En la desparecida URSS, la provisión de alimentos era controlada íntegramente por el burocratismo del Estado, a través de libretas de consumo, donde se señalaban los topes máximos que podía comprar cada familia según el número de miembros.
En Cuba ocurre lo mismo, con las libretas de alimentación. El Gobierno Bolivariano en la actualidad mantiene la importación de varios productos.
La inflación que bate todos los récords de la historia, y ha hecho desaparecer todos los productos de la canasta familiar. Para atenuar la escasez el Gobierno realiza importaciones directas distribuyendo los alimentos en mercales y pdvales. Muchos de esos productos son comercializados ahora (el pueblo robando al mismo pueblo) en las puertas de las casas de familia de sectores populares en mesitas como lo observé el pasado 08/02/2014 en amplios sectores de El Tigre-Anzoátegui, aunque gran parte de esos productos aparecen también en el comercio de los buhoneros triplicando su valor. Las colas para obtenerlos son interminables.
Por todo esto es que la gente esta muy susceptible y temerosa del futuro, cuando la escasez de los productos hace que se especule con los precios, y el Gobierno Bolivariano se dedique a importar y vender los productos mediante un sistema precario de distribución que no llega nunca a los consumidores reales, sino que actúan impunemente los especuladores. Inclusive, esos productos subsidiados cruzan las fronteras llevados de la mano por el contrabando. Esto es lo que no queremos para los venezolanos.
Nicolás Maduro tiene que alejarse en pleno siglo XX de las tendencias radicales anacrónicas, dirigidas a acaparar la producción e importación mediante la intervención estatal directa en el mercado, hay que darle paso a una economía social mixta que fomente la producción, y el comercio privado, que favorezca la industria nacional, y los comercios legalmente establecidos.
El Gobierno tiene que dar confianza a las inversiones extranjeras, como lo hace con las empresas dedicadas a fomentar la exploración, explotación del petróleo, pero obligarlas también a la industrialización de los hidrocarburos. El respeto a la propiedad y a la iniciativa privada, están garantizadas por la Constitución de la República Bolivariana, y está orientada a mejorar la calidad de vida, y el vivir bien de todos los venezolanos.
El presidente Nicolás Maduro Moros tiene que reconocer, respetar, y proteger la iniciativa privada, para que contribuya al desarrollo económico, social y fortalezca la independencia económica del país, garantizando la libertad de la empresa y el pleno ejercicio de sus actividades económicas, que demás esta decir que son reguladas por las leyes de la Republica.
Edgar Perdomo Arzola / Aporrea