El copiloto de un avión de Aerolíneas Etíopes desvió este lunes un vuelo que se dirigía desde Addis Ababa hacia Roma y lo aterrizó en Ginebra, Suiza.
La policía suiza arrestó al responsable del secuestro de la nave, quien tomó el control del avión cuando el piloto fue al baño.
El copiloto, que no estaba armado, se lanzó por una ventana utilizando una soga luego del aterrizaje y pidió asilo en Suiza.
La aerolínea indicó que los 202 pasajeros y miembros de la tripulación de la aeronave están a salvo. El aeropuerto de Ginebra fue cerrado luego del aterrizaje, pero luego del arresto comenzó a funcionar normalmente.
Asilo
La policía suiza informó que el copiloto, nacido en Etiopía en 1983, dijo buscar asilo debido a la persecución en su país.
El corresponsal de la BBC en la capital etíope, Emmanuel Igunza, informó que esta clase de incidentes de alto perfil en los que ciudadanos del país solicitan asilo político no son comunes en Etiopía.
«Pero docenas de miembros del grupo rebelde ONLF han buscado asilo en Occidente y en países vecinos en la última década, huyendo de una campaña militar de contra insurgencia en la región de Ogaden, vecina de Somalia», dijo el corresponsal.
Igunza añadió que también algunos periodistas han solicitado asilo en el exterior debido a las leyes antiterroristas que criminalizan los comentarios en contra del gobierno y que han llevado a docenas de ellos a la cárcel.
Las autoridades suizas indicaron que la situación en el avión durante el secuestro permaneció tranquila y que los pasajeros no se dieron cuenta de lo que estaba pasando hasta la llegada a Suiza.
Un fiscal de Ginebra afirmó que el copiloto puede ser acusado de toma de rehenes, lo que podría implicar una pena de más de 20 años de prisión.