Afectada señaló que desde el año 1999 compró un apartamento y a la fecha no cuenta con su vivienda producto del aparente engaño del cual fuera víctima
» Para el año de 1999 le compre el apartamento a la Señora Ana Cristina Burgos Cárdenas y a través de notaria se hizo todo el proceso, teniendo yo que pagar una deuda de 9 mil bolívares fuertes a la entidad bancaria Oriente que hoy día paso a ser Banco del Sur, pero el detalle es que a la fecha ha transcurrido una buena cantidad de años y no cuento con mi casa que tanto esfuerzo me costo cancelare a la señora Burgos, quien una vez que me vende decide irse para Estados Unidos».
De esta forma lo explicaba la persona afectada Candelaria Hurtado, quien prosiguió relatando que al mes de haber comprado el apartamento en la urbanización Antares El Ávila ella acude a las empresa Electricidad de Caracas para que le colocarán el servicio eléctrico, pero en el lugar le informaron para aquel entonces que no se podía dado a que debía estar presente Ana Cristina Burgos.
Sin embargo, la situación se coloca más tensa toda vez que para el año 2000 esa deuda de acuerdo a lo señalado por Hurtado paso a ser créditos indexados, lo que se traduce a que no podían ser pagados hasta tanto tanto el TSJ se pronunciara, mientras eso ocurría, la denunciante explicó que muchas cosas negativas pasaron en contra de ella.
¿Por una solución?
En aras de buscar soluciones es que Candelaria se asoció a la organización Asodeviprilara, pero tampoco se ha logrado nada al respecto. «Acudí al Banco del Sur en reiteradas oportunidades para ver que solución había para solventar el pago de mi deuda, pero sin respuestas positivas», dijo Candelaria, quien agregó que para el año 2006 Cristina Burgos forzó la cerradura de su apartamento en Antares e ingresó en el sitio.
Seguía contando la afectada que durante todo ese tiempo tuvo una perdida de un hijo y lo peor es que fue víctima de humillaciones y abusos por parte de algunos vecinos del urbanismo, no obstante, su lucha seguía.
Actualmente vive en la población de Barquisimeto en calidad de inquilina junto a sus dos hijos uno de tres y cinco años respectivamente, y no se da por vencida, pues lo que quiere es que el gobierno nacional tome en consideración este tipo de situaciones y que detenga a aquellas personas que se dedican a cometer estafas de este este tipo.
Patricia Terraza
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