«La fiscalía pide que se impute al Barça como persona jurídica por un delito contra la hacienda publica cometido en el año 2011 y 2013″, señaló la fuente.
En un escrito fechado del 17 de febrero, la fiscalía estimó el presunto fraude tributario en 9,1 millones de euros, según la misma fuente.
El traspaso de la estrella brasileña de 22 años desde el Santos provocó gran revuelo en España después de que un socio del Barça presentase una denuncia contra el presidente del club por «apropiación indebida» en el marco de su contratación.
La aceptación de esta querella por un juez de la Audiencia Nacional provocó la dimisión el 23 de enero del entonces presidente del FC Barcelona, Sandro Rosell.
En un ejercio de transparencia, posible gracias a que el padre y agente del jugador renunció a la confidencialidad de su contrato, el exbrazo derecho y sucesor de Rosell, Josep Maria Bartomeu, reveló después en una multitudinaria rueda de prensa los detalles financieros del traspaso, por un monto de 57,1 millones de euros.
El club cifró así en 86,2 millones de euros la suma total de los gastos ligados a la llegada de Neymar en 2013 y otros efectuados al margen de la operación.
La justicia brasileña anunció el 30 de enero que comprobaría si el padre del jugador, Neymar da Silva Santos, es culpable de fraude fiscal tras haber recibido, a través de la empresa familiar N&N, 40 millones de euros en el marco de este traspaso, 10 de ellos en noviembre de 2011.
El padre del delantero negó toda irregularidad.
AFP
«La fiscalía pide que se impute al Barça como persona jurídica por un delito contra la hacienda publica cometido en el año 2011 y 2013″, señaló la fuente.
En un escrito fechado del 17 de febrero, la fiscalía estimó el presunto fraude tributario en 9,1 millones de euros, según la misma fuente.
El traspaso de la estrella brasileña de 22 años desde el Santos provocó gran revuelo en España después de que un socio del Barça presentase una denuncia contra el presidente del club por «apropiación indebida» en el marco de su contratación.
La aceptación de esta querella por un juez de la Audiencia Nacional provocó la dimisión el 23 de enero del entonces presidente del FC Barcelona, Sandro Rosell.
En un ejercio de transparencia, posible gracias a que el padre y agente del jugador renunció a la confidencialidad de su contrato, el exbrazo derecho y sucesor de Rosell, Josep Maria Bartomeu, reveló después en una multitudinaria rueda de prensa los detalles financieros del traspaso, por un monto de 57,1 millones de euros.
El club cifró así en 86,2 millones de euros la suma total de los gastos ligados a la llegada de Neymar en 2013 y otros efectuados al margen de la operación.
La justicia brasileña anunció el 30 de enero que comprobaría si el padre del jugador, Neymar da Silva Santos, es culpable de fraude fiscal tras haber recibido, a través de la empresa familiar N&N, 40 millones de euros en el marco de este traspaso, 10 de ellos en noviembre de 2011.
El padre del delantero negó toda irregularidad.
AFP