Los votos que la faltaron a Capriles para derrotar a Maduro el pasado 14 de abril, los tiene el líder de Voluntad Popular… como también tiene López los votos que Maduro no pudo conservar y que le dejó Chávez cuando ganó las elecciones de octubre del 2012
Suena parecido pero no es igual. Lo que presenciamos el pasado 18 de febrero ya tarde en la noche, porque la falta de información que imperó durante el transcurso de los acontecimientos en desarrollo no lo permitió, se puede enmarcar en un escenario denominado “La negociación”. López lanzó su “¡por ahora!”… “el que tenga oídos que oiga”.
La matriz de opinión del Gobierno, para tratar de hacer ver que rescató al dirigente de Voluntad Popular de un vil plan para asesinarlo, orquestado por un sector anárquico de la oposición para luego echarle el ganso al Gobierno, fue sin duda la guinda sobre el helado, y para que no quedara destello de incredulidad ante esta matriz, el propio presidente de la Asamblea Nacional (AN), Diosdado Cabello, se encargó de llevar a López hasta los tribunales sano y salvo y posteriormente a su sitio de reclusión en la cárcel militar de Ramo Verde en Los Teques..
Muy tarde también nos entremos todos los venezolanos, de boca del Vicepresidente Jorge Arreaza y del propio presidente Nicolás Maduro, que durante tres días, el presidente de la AN estuvo negociando la entrega de López para garantizarle que no le pasara nada. Incluso, lo hizo en la propia casa de este…la pregunta que asalta la duda, es: ¿quién quiere matar a López? Porque el gobierno si lo sabe, no ha actuado al respecto.
No queremos pensar ni por un solo momento, que se trata de otra leyenda urbana de aquellas que nos contaban cuando se les anunciaba al país que existía un plan de magnicidio, e incluso que se intentó derribar el avión presidencial con un misil. De aquellos “cuentos de la cripta” no hay ni detenidos, ni condenados por un delito tan grave como el que se anunció a los venezolanos. Solo queda decir: “piensa mal y acertarás”…
La negociación
La más simple ecuación política resume que toda entrega de este tipo tiene pasar obligatoriamente por una negociación, que garantice el respeto de los derechos humanos, de quien está siendo imputado, en este caso, de Leopoldo López, y eso es respetable. Pero la ecuación de la llamada antipolítica presenta una aritmética electoral muy sencilla: los votos que la faltaron a Capriles para derrotar a Maduro el pasado 14 de abril, los tiene López… como también tiene López los votos que Maduro no pudo conservar y que le dejó Chávez cuando ganó las elecciones de octubre del 2012. La ecuación política conduce en todas las direcciones al líder de Voluntad Popular, siempre por la vía institucional y electoral.
Con López preso, se intenta disipar la protesta de calle, controlar el humor social y lograr un arreglo de paz concertado, para que las aguas vuelvan a su cauce. Ahora bien, en caso de esta tesis prosperar, ¿quién recoge el agua derramada? ¿quién responde por los muertos, heridos y desaparecidos?
Sin duda que alguien le arrancó una hoja al libreto.
Por ahora
Uno se pregunta si existen suficiente motivos para protestar y se encuentra con más de un centenar; mas allá de la inseguridad, la escasez, especulación, el alto costo de la vida la economía de un país en crisis, una sociedad asfixiada por la decadencia de un sistema político por el enfrentamiento de las ideas, ello unido a la falta de liderazgo opositor, que hasta el pasado 18 de febrero parecía inexistente, en ese panorama nos encontramos con una frase hecha a la medida: «Juntos tenemos que construir una salida a este desastre»…
Tal afirmación la hizo Leopoldo López, momentos antes de entregarse a las comisiones del Sebin y la GNB, en medio de una multitudinaria manifestación de respaldo popular, que no pudo avanzar, debido a la gran cantidad de efectivos de la fuerza pública que tomó Caracas.
Antes de entregarse, López pronunció un discurso en el que aseguró que jamás se iría de Venezuela y que no tenía nada que esconder. «Esta lucha es por nuestros jóvenes, es por los estudiantes, por los reprimidos, por los encarcelados, por todo el pueblo de Venezuela que hoy está sufriendo colas, escasez, los jóvenes no tienen empleo ni futuro». Sin duda que estamos en presencia del “¡por ahora!” de Leopoldo López.
Analogía similar y guardando las distancias y los acontecimientos lo vivió nuestra democracia aquel fatídico 4F. Cuando el líder habla antes de ir a prisión, su mensaje retumba en los corazones esperanzados de sus seguidores. Eso es la clínica de las masas.
Este es el país que tenemos, y más allá de las controversias políticas y la polarización, lo único cierto es que los problemas de los venezolanos, solo podemos resolverlos nosotros. Nuestros jóvenes están en la calle, hay muertos heridos y desaparecidos, mientras algunos sectores apuestan a una guerra civil entre hermanos. Dios meta su mano y nos libre de una confrontación.
COMISIÓN DE LA VERDAD
El pasado fin de semana visitaron Caracas, una comisión de la Federación Interamericana de abogados (FIA), encabezada por su presidente, doctor José Alberto Álvarez, y el presidente del Comité contra la Corrupción y Legitimación de Capitales, doctor Juan Carlos Esquivel (Costa Rica) con la finalidad de recabar información y levantar los expedientes respectivos “in loco” e “in situ” en relación con las denuncias de torturas, fallecidos, desparecidas, y detenidos, a raíz de los hechos ocurridos en el país, desde el pasado 12 de febrero y hasta el presente. Esta comisión realizará audiencias privadas con los familiares de las víctimas de estos sucesos, para ser entregados ante las respectivas comisiones de derechos humanos de la ONU, OEA, UNASUR, MERCOSUR y la propia FIA. Esta comisión contará con el respaldo del doctor Rafael Veloz García, expresidente de la FIA y actualmente senador de la Unión Iberoamericana de Abogados; en representación de Venezuela (UIBA), el Dr. Ramón Flores Carrillo, actual presidente del Comité de Derechos Humanos de la FIA, y Diego Arria expresidente del Consejo de Seguridad de la ONU.
GREGORIO DE LA RIVERA
En visita a Venezuela desde México, el hermano Swap me pidió que eleváramos esta oración, para alcanzar la paz en nuestro país:
Omnipotente y misericordioso Dios que concediste en vuestra piedad la santificación de José Gregorio de la Rivera, quiera fuera predestinado por el Mártir del centro de Gólgota, y luego confirmado por el Vaticano, para que fuera el guardián de la haciendas de tus devotos, el custodio de su dinero, de sus joyas y piedras de la buena suerte, con el don de hacer que nos paguen el dinero que nos adeudan, conociendo las virtudes con las que has sido investido acudo a ti para pedir (paz y tranquilidad para Venezuela); favoréceme José Gregorio de La Rivera, ayúdame a alcanzar del Señor lo que te pido en esta oración para mayor honra y gloria tuya y aprovecho de mi alma. Amen.
A CALZÓN QUITAO
Wilmer Suárez