Pequeños grupos de estudiantes comenzaron a marchar hacia la embajada de Cuba en Caracas, en el marco de las protestas contra el presidente Nicolás Maduro, a quien Estados Unidos instó a convocar a un «diálogo genuino» luego de tres semanas de protestas que han dejado 13 muertos.
Caracas vuelve lentamente a la normalidad, aunque en algunos barrios de clase media se veían grupos de manifestantes que con barricadas de escombros y basura cortaban parcialmente las vías.
Al tiempo que, en el este de la ciudad, estudiantes se movilizan hacia la embajada de Cuba para rechazar lo que denuncian como injerencia de ese país aliado del gobierno de Maduro.
«Venezolano que no protesta, no sale de esta. Únete», señalaba una pancarta de tela en la zona de Los Naranjos, donde una docena de jóvenes se volvieron a concentrar desde temprano en rechazo al gobierno y a la crisis económica.
En los últimos dos días, la intensidad de las protestas que llegó a convocar a miles de estudiantes (de los casi 2,6 millones de universitarios del país), ha disminuido, aunque se han registrado enfrentamientos con piedras y gases lacrimógenos entre fuerzas del orden y pequeños grupos de manifestantes en la plaza Altamira de Caracas.
La noche del lunes, un grupo de manifestantes que mantenía bloqueadas algunas avenidas de Altamira fue dispersado con gases lagrimógenos y disparos de perdigones por la Guardia Nacional Bolivariana, sin que se reportaran lesionados, constató la AFP.
Los disturbios derivados de las protestas estudiantiles, que se originaron a inicios de febrero en San Cristóbal y luego se ampliaron a ciudades como Caracas, Mérida o Valencia, han dejado 14 muertos, más de 140 heridos y 45 detenidos, según cifras oficiales y un conteo de la AFP.
Los manifestantes rechazan la inseguridad, la elevada inflación (56% anual), la escasez de productos básicos y por la detención de varios de sus compañeros en las protestas.
AFP