WASHINGTON. Estados Unidos respondió este martes a la expulsión de tres funcionarios de su embajada en Caracas con la declaración de «persona non grata» de tres diplomáticos venezolanos, y pidió a ese país «más seriedad» para poder normalizar la deteriorada relación bilateral.
Una semana después de que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunciara la expulsión de tres funcionarios estadounidenses por su supuesta instigación de las manifestaciones populares en el país, el Gobierno de EE.UU. reaccionó con una medida idéntica.
«El Departamento de Estado ha declarado persona non grata al primer secretario (de la embajada de Venezuela) Ignacio Luis Cajal Ávalos, el primer secretario Víctor Manuel Pisani Azpurua y el segundo secretario Marcos José García Figueredo. Se les ha dado 48 horas para abandonar Estados Unidos», dijo a Efe una fuente oficial.
El Gobierno de Barack Obama, que ha rechazado desde un principio haber orquestado las protestas en Venezuela como sostiene Maduro, actuó «en respuesta a la decisión del Gobierno venezolano» de expulsar a sus diplomáticos en Caracas, añadió la fuente del Departamento de Estado.
«De acuerdo con el artículo 9 de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, Estados Unidos puede declarar a cualquier miembro de una misión diplomática persona non grata en cualquier momento y sin necesidad de precisar un motivo», apuntó.
«Maduro tiene que centrarse en responder a las quejas legítimas del pueblo venezolano, no en el diálogo con Estados Unidos», sentenció este martes el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
Por su parte, la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, aseguró que la posibilidad de un intercambio de embajadores sigue sobre la mesa, pero aún hay mucho trabajo pendiente en la relación antes de que eso sea posible.
«Estaríamos abiertos a un intercambio de embajadores, pero Venezuela debe mostrar más seriedad sobre su voluntad y su apertura a tener una relación más positiva de ahora en adelante», dijo Psaki en su conferencia de prensa diaria.
«Y las acciones recientes (de Venezuela), incluida la expulsión de tres de nuestros diplomáticos, siguen complicando» la posibilidad de nombrar embajadores, agregó.
En julio de 2013, durante un encuentro en Antigua (Guatemala), el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, y el canciller Jaua acordaron reiniciar el diálogo bilateral con el fin de nombrar embajadores lo antes posible.
No obstante, el Gobierno de Maduro dio por suspendido ese mismo mes el diálogo debido a unas declaraciones de la embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power, sobre la supuesta «represión a la sociedad civil» en Venezuela.
Desde entonces, el Departamento de Estado ha insistido en su voluntad de reiniciar el diálogo, pero al mismo tiempo ha expresado su preocupación por lo que ve como un declive de la democracia y el respeto a los derechos humanos en Venezuela.
Entre los actos de EE.UU. que han irritado al Gobierno de Maduro está la llamada que hizo el 16 de febrero un funcionario del Departamento de Estado, Alex Lee, al embajador de Venezuela ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Roy Chaderton, que es actualmente el funcionario venezolano de mayor rango en EE.UU.
Agencias