El papa Francisco, los secretarios generales de la ONU y de la OEA, otros líderes internacionales y varios Gobiernos pidieron hoy el fin de la violencia y la apertura de un diálogo en Venezuela, donde las protestas antigubernamentales ya han dejado 15 muertos y más de 150 heridos.
«Sigo con particular aprehensión lo que está ocurriendo estos días en Venezuela, auspicio que cesen cuanto antes la violencia y las hostilidades y sobre todo que el pueblo venezolano, a partir de los políticos y las instituciones, lleguen a la reconciliación», dijo el papa durante la tradicional audiencia de los miércoles.
El pontífice pidió además «un diálogo sincero» para una «justicia que afronte temas concretos para el bien común».
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon se declaró «entristecido» por lo que sucede en Venezuela y dijo que espera «gestos concretos» de todas las partes para reducir la polarización e iniciar un «diálogo significativo para que se restaure completamente la calma en todo el país lo antes posible.»
El presidente Nicolás Maduro ha convocado para hoy una Conferencia Nacional de Paz, pero la oposición ha rechazado participar por considerar que se trata de «un simulacro de diálogo» y una «burla» a los venezolanos.
El secretario general de la ONU pidió también la protección de los derechos humanos «de todos los venezolanos» y que los ciudadanos del país expresen sus diferencias «pacíficamente y de acuerdo con la ley, y busquen terreno común».
En un artículo publicado hoy el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, afirma que las «divisiones profundas» en la sociedad venezolana solo pueden resolverse mediante un diálogo «abierto y franco» entre el Gobierno y la oposición que busque «acuerdos de fondo».
La «ausencia de conversaciones, la sordera política y la actitud confrontacional», prosigue el secretario general de la OEA, «sólo consiguen prolongar el conflicto, incrementar la animadversión y aumentar día a día el número de ciudadanos muertos y heridos».
Insulza dice que toda la región «mira con preocupación» lo que está ocurriendo, porque «un agravamiento de la situación en Venezuela tendría efectos económicos y políticos no menores».
Precisamente hoy en la OEA quedó suspendida temporalmente una reunión del Consejo Permanente en la que mañana se iba a tratar de la propuesta de Panamá de que se reúnan los cancilleres de los países miembros para debatir la situación en Venezuela.
La razón de la suspensión fue una solicitud del embajador de Venezuela ante la OEA, Roy Chaderton, quien adujo que se había violado un artículo del reglamento, al convocarse la cita sin estar físicamente presente en Washington el presidente del Consejo Permanente, el representante dominicano Pedro Vergés.
Debido a esa objeción, la convocatoria se ha suspendido temporalmente, pero está previsto que Vergés retome las gestiones para volver a convocar la reunión cuando regrese a la capital estadounidense hoy mismo, indicaron a Efe fuentes de la OEA.
EFE