Trabajadores de la prensa acompañaron este viernes al Foro Penal Venezolano, en un acto para denunciar la violación de Derechos Humanos por parte del Estado durante la represión de las protestas que se llevan a cabo en el país desde el 12 de febrero.
Marco Ruiz, secretario general del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Prensa, aseguró que «este es un grito por la vida y los Derechos Humanos, es una voz de alerta frente a la agresión de la que han sido víctimas más de 700 personas, que han sido detenidas, y 68 periodistas que también han sido vulnerados de sus derechos: algunos detenidos, otros golpeados, y otros vulgarmente robados».
De acuerdo al registro del Foro Penal Venezolano, desde el 12 de febrero en el país se han presentado 776 detenciones, 34 privativas de libertad, y 33 casos de tortura, contra estudiantes y manifestantes.
En este sentido, el SNTP contabiliza contra periodistas: 17 detenciones, 51 casos de hostigamiento o agresiones físicas, y 16 robos de los equipos de trabajo.
En el acto estuvo presente la periodista Andrea Jiménez, quien fue detenida el pasado 24 de febrero en San Antonio de los Altos (Miranda) por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana. Jiménez denunció que durante su detención la mantuvieron incomunicada por 48 horas, le fueron robadas sus pertenencias, y fue amenazada con ser violada.
Basta de violencia
El secretario general del SNTP rechazó nuevamente la violencia contra los comunicadores durante el ejercicio de sus labores.
«Condenamos las agresiones por parte de funcionarios del Estado, condenamos las agresiones por parte de grupos irregulares armados, y condenamos las agresiones por parte de manifestantes. Los periodistas somos aliados, no enemigos. Exigimos se respete nuestro trabajo», reclamó Ruiz, quien también lamentó el ataque sufrido por Ronald Muñoz, trabajador de Venezolana de Televisión, en el estado Táchira.
Además, hizo un llamado al Ministro de Interior y Justicia y al Comandante de la Guardia Nacional Bolivariana, para que giren instrucciones y no se siga atropellando a los trabajadores de los medios de comunicación.