El candidato a la Presidencia, Henrique Capriles, votó hoy rodeado de un aluvión de seguidores en el municipio caraqueño de Baruta, del que fue alcalde durante dos periodos. Con camisa blanca, Capriles, abogado de 40 años, activó la máquina de votación alrededor de las 02:37 p.m. y tomó la papeleta para, tras darle un beso, depositarla en la urna del Colegio Santo Tomás de Villanueva en que votó.
Inmediatamente después, el líder opositor pasó a responder preguntas de los periodistas y desveló que llamará a Chávez una vez se sepan los resultados.
«La primera persona que yo voy a llamar al conocer los resultados es al presidente de la República, los venezolanos estamos dando un ejemplo, los líderes tenemos que dar un ejemplo también», dijo Capriles en una rueda de prensa tras votar.
El candidato, que aspira a convertirse hoy en el presidente para los próximos seis años, manifestó que estaba «muy emocionado» y «muy contento». «La elección de hoy es muy divertida, porque es entre invictos», aseguró entre risas, en alusión a que ni él ni el presidente venezolano han perdido nunca una elección.
«Hoy vamos a decirle al mundo que los venezolanos queremos más y mejor democracia», señaló el exgobernador del central estado Miranda, quien además estuvo acompañado por sus padres.
«Hoy es un día histórico para nuestra Venezuela, hoy estamos dando una demostración al mundo de que somos los mejores», agregó.
El dirigente del partido Primero Justicia pidió al Consejo Nacional Electoral (CNE) «conocer en el plazo más breve cuál ha sido la voluntad expresada por el pueblo venezolano» y volvió a subrayar que «lo que el pueblo hable hoy» para él «es sagrado».
Pidió «paciencia» a todas las personas que están todavía en las colas para votar y subrayó que los venezolanos quieren resolver sus «diferencias por la vía del voto».
«Esta noche, cuando el CNE anuncie los resultados y suenen las notas de nuestro himno nacional, no va a haber pueblo derrotado», afirmó.
Preguntado por la falta de observadores internacionales, que en esta cita son sustituidos por la figura de «acompañantes», apuntó que para el futuro los comicios «tienen que tener mucha observación internacional», porque «eso fortalece la elección».
«Dios es el que quita y pone yo estoy en las manos de Dios», complementó. EFE