El Gobierno venezolano defendió hoy que las cifras de turismo registradas en los seis días de asueto decretados por Carnaval demuestran que el apoyo a las protestas contra el presidente Nicolás Maduro no es masivo.
En cadena nacional de radio y televisión, y desde distintos lugares de ocio y descanso, varios ministros y turistas quitaron hoy importancia al impacto de las protestas y aseguraron que la mayoría dio la espalda a la oposición y estudiantes que se mantiene «en las calles» contra Maduro.
El ministro de Transporte Acuático y Aéreo, Hebert García, aseguró al canal estatal VTV que aumentó un 5,24 % el volumen internacional de vuelos en relación al Carnaval de 2013 y, sobre los vuelos nacionales, que hasta el domingo viajaron 172.084 pasajeros.
Detalló que la línea aérea estatal Conviasa trasladó estos cuatro días a 25.553 pasajeros, un «69 % de incremento en relación a toda la temporada del carnaval de 2013», mientras por vía marítima a Isla Margarita se desplazaron en cuatro días 45.868 pasajeros, «mientras que durante la misma temporada de 2013 se movilizaron por este medio de transporte un total de 35.488 personas».
«Mientras un grupo pequeño pretende hacer bandera política acabar con la movilización y el disfrute del Carnaval, el Gobierno (…) y todo su pueblo apuestan por el buen vivir de todos», sostuvo.
No obstante, el ministro de Turismo, Andrés Izarra, admitió hoy que «por causa de las protestas» la afluencia de turistas ha disminuido en algunos puntos fronterizos con Colombia y Brasil.
Izarra declaró el lunes a VTV que «la movilización tan grande» de turistas en el resto del país demuestra «que los violentos son una minoría, que están encapsulados, que están aislados cada vez más».
En medio de la efervescencia política, Maduro metió el país en un «puente» de inactividad laboral de seis días consecutivos al decretar no laborable el jueves y viernes pasados, sumándolos al fin de semana y al lunes y martes de esta semana que son festivos por Carnaval.
Con ello, miles de venezolanos se desplazaron hacia las playas y otros lugares, aunque también miles optaron por quedarse en las ciudades y sumarse a las marchas y otros mantener además las calles cerradas con barricadas como muestra de protesta contra el Gobierno. EFE