“Lo ocurrido en Venezuela la noche del 5 de marzo es de extrema gravedad. Se trata de la evidencia de una política gubernamental de buscar someter a la población mediante el terror, y de estimular el enfrentamiento violento entre venezolanos”, dijo el secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad, Ramón Guillermo Aveledo.
“Ya no es la acción de un gobernador temerario como hiciera Francisco Ameliach en Carabobo quien llamó a las brigadas partidistas de las UBCH, a una ‘contraofensiva fulminante’ contra ‘el fascismo’, léase los manifestantes. Esta vez se trata de Nicolás Maduro -la cabeza del Ejecutivo Nacional-, quien desde el Paseo de Los Próceres en un desfile cívico-militar, ordenó a consejos comunales, ‘colectivos’ y organizaciones de campesinos a disolver las ‘guarimbas’ en sus comunidades”, dijo con gran preocupación, el vocero de esa alianza de partidos.
A su vez, resaltó que la consigna dictada en cadena nacional de ‘Candelita que se prenda, candelita que se apaga’ es imposible desvincularla del feroz ataque desatado esa misma tarde y noche contra manifestantes, vecinos y sus propiedades.
“Es una respuesta irracional a quienes, en acción equivocada, hemos rechazado ‘guarimbas’ o ‘barricadas’ ya que la seña represiva acicateada exponencialmente por el discurso presidencial no es sólo para los efectivos de la Guardia Nacional (GN)”, manifestó Aveledo quien calificó los hechos ocurrido en Chacao, como “desmanes en el que los uniformados batieron su propia marca”.
Refiriéndose a los sucesos reportados por vecinos de la Calle B de Los Ruices, en Caracas, donde la presencia de motorizados evidentemente armados –convocados por Maduro- dispararon, dejando como saldo un herido y un fallecido por parte de la GN. “Ambas noticias son igual de dolorosas. De igual forma lo es el ataque violento y partidista ocurrido en Barquisimeto, a periodistas de los diarios de esa región, El Impulso, La Prensa y El Informador”, expresó.
Tajantemente envió un mensaje claro al Presidente, “cada muerte de un venezolano nos duele. Ya ronda la veintena la cifra de compatriotas que han perdido la vida en estos días. La política de someter y callar mediante el terror, se expresa en el uso de civiles armados para enfrentar a otros venezolanos. La tortura y tratos crueles a detenidos, van más allá de un objetivo específico -y de suyo inmoral e ilegal- para convertirse en mensaje intimidante al resto de la población ¡Prepárate si te atreves! quiere decir el gobierno al auspiciar esas conductas” señaló.
Aludiendo a lo acontecido esta semana en Táriba, estado Táchira, precisó “esto es sólo un atisbo de lo que puede ocurrir en choques armados entre compatriotas al pretender desmovilizar a los ciudadanos mediante el terror, lo que puede ocurrir es que se estén sembrando, con pasmosa irresponsabilidad, las semillas de la guerra civil”.