«En el día de hoy (jueves) hemos recibido una nota de parte de la cancillería de Venezuela que fue entregada en nuestra embajada donde declaraba persona non grata a cuatro personas que trabajan en nuestra Embajada y que son diplomáticos acreditados en Venezuela», informó a periodistas la vicecanciller de Panamá, Mayra Arosemena.
Los diplomáticos tienen 48 horas para salir del país sudamericano, dijo.
La expulsión se conoce el mismo día en que la Organización de Estados Americanos (OEA) discutió una propuesta de Panamá para convocar a los cancilleres de la región con el objetivo de buscar una salida a la crisis venezolana.
Dicha propuesta provocó la irá del presidente venezolano, Nicolás Maduro, que rompió el miércoles relaciones diplomáticas, políticas y comerciales con Panamá al considerarla una «injerencia» que busca justificar una intervención exterior para derrocar a su gobierno.
«Ni Panamá ni su Gobierno pedirán disculpas por propiciar el diálogo y la paz en Venezuela. Siempre defenderemos los intereses de Panamá», respondió este jueves el mandatario panameño, Ricardo Martinelli.
«Agradezco las muestras de apoyo y solidaridad a la iniciativa panameña en la OEA, emitidas por ciudadanos dentro y fuera del país», añadió Martinelli.
«Hemos mandado a retirar a nuestro personal en el día de hoy y ellos están viajando (hacia Panamá) el día de mañana (viernes)», manifestó Arosemena.
Los diplomáticos panameños expulsados son el embajador Pedro Pereira, el encargado de negocios Jaime Serrano y otros dos funcionarios de la sede diplomática.
Venezuela es desde hace un mes foco de protestas contra el gobierno de Maduro, que se han saldado con 20 muertos, casi 300 heridos y decenas de denuncias de violación de derechos humanos.
Deuda en suspenso
Arosemena manifestó que pese a la medida tomada por Caracas contra sus diplomáticos, Panamá no tomará acciones recíprocas por el momento.
«Nosotros no los hemos declarado persona non grata (a los diplomáticos venezolanos), si se van es por su voluntad», dijo Arosemena.
Martinelli aseguró que la política migratoria y de inversiones venezolanas en Panamá «en nada cambiará» pese a la crisis diplomática.
Sin embargo, los empresarios panameños tienen otros temores que fueron confirmados por el canciller venezolano, Elías Jaua, este jueves al manifestar que el país sudamericano suspendió la revisión de la deuda contraída por los importadores de la zona franca panameña.
«Queda suspendida la revisión de esa deuda hasta tanto en Panamá no haya un Gobierno serio que respete las relaciones que deben tenerse de respeto mutuo», dijo Jaua en entrevista con Unión Radio.
Según dijo a la AFP el gerente de la Zona Libre de Colón (ZLC), Leopoldo Benedetti, la deuda ronda los USD 2.000 millones y está causada principalmente por la falta de liquidez de los empresarios venezolanos por la escasez de dólares en su país.
El ministro panameño de economía, Frank De Lima, aseguró que «no hay una cifra clara de cuánta es la deuda» porque también hubo casos donde los empresarios de la zona franca panameña «sobrefacturaron para ayudar a los empresarios venezolanos a sacar dólares fuera del país».
Pero «obviamente» que la situación diplomática «pone en riesgo lo que es la relación comercial entre la zona libre y sus clientes en Venezuela», añadió De Lima al canal Telemetro.
La zona franca panameña, ubicada en la ciudad de Colón en el litoral atlántico (norte), es considerada la mayor de América Latina y se estima que aporta el 8% del Producto Interno Bruto de Panamá.
«La deuda existe y es real y hace ya casi un año que Venezuela cortó el flujo de pagos hacia Panamá», aseguró el presidente de la Cámara de Comercio de Panamá, José Luis Ford.
En 2012 la zona franca panameña exportó mercancías por 15.000 millones de dólares, el 20% hacia Venezuela, en aquel entonces su principal cliente.
AFP