El papa Francisco se marchó del Vaticano el domingo antes de que se cumpla el primer aniversario de su pontificado, que pasará junto a la Curia romana en un retiro espiritual de Cuaresma que se llevará a cabo fuera de la ciudad Estado por primera vez en décadas, informó Reuters.
La decisión de celebrar la semana de predicación y oraciones en la ciudad de Ariccia, en los montes Albanos, a unos 25 kilómetros del Vaticano, es otra señal de cómo el Papa no tiene miedo de cambiar las antiguas convenciones.
La elección del primer Papa no europeo en 1.300 años se vio como el reflejo del deseo de introducir aire fresco en el Vaticano y en la Curia, la burocracia de influencia italiana donde algunos de sus miembros han sido acusados de corrupción y nepotismo.
El pontífice argentino ha dicho que la Curia debería estar menos centrada en los asuntos internos de la Iglesia. En su Ángelus semanal antes de marcharse a su retiro, dijo que el primer domingo de Cuaresma es el momento para recordar cómo Jesús rechazó tentaciones como la comodidad económica y el poder mundial.
«Esto nos da fuerzas y nos apoya en la lucha contra la mentalidad mundial que hunde al hombre al nivel de las necesidades básicas, causándole la pérdida del hambre sobre lo que es verdad, bueno y bello, el hambre de Dios y su amor», dijo Francisco a una multitud de peregrinos en la plaza de San Pedro.
Desde su elección el 13 de marzo de 2013, Francisco ha roto muchas costumbres en un giro para llevar más simplicidad al Vaticano, como vivir en una residencia vaticana en vez de en el Palacio Apostólico y usar un auto Ford Focus en vez de la limusina papal.