El presidente de Francia, François Hollande, trató el domingo de tranquilizar a la comunidad judía francesa, cuyos representantes llegaron al Palacio del Elíseo para expresarle su inquietud tras el desmantelamiento de una célula islamista radical, sospechosa de un ataque antisemita el 19 de septiembre.
Once personas seguían en detención provisional el domingo tras la investigación que llevó al desmantelamiento de esa célula.
El ministro del Interior francés, Manuel Valls, reforzará «en los próximos días, en las próximas horas, la protección» de los lugares de culto judíos, anunció el Elíseo, respondiendo a una petición de la comunidad judía.
Hollande hizo ese anuncio después que una sinagoga fuera objeto de disparos el sábado por la noche en Argenteuil (en el noroeste de París), en pleno periodo de fiestas judías.
El presidente francés recibió durante la mañana del domingo a representantes de la comunidad judía, preocupada por ser de nuevo objetivo de acciones terroristas, seis meses después de los siete asesinatos, entre ellos los de cuatro judíos, cometidos por Mohamed Merah en el suroeste de Francia.
Una lista con lugares pertenecientes a asociaciones judías fue encontrada en el domicilio de Jérémie Louis-Sidney, el principal sospechoso del atentado con granada cometido el 19 de septiembre contra una tienda judía de las afueras de París, que causó un herido leve.
El perfil de los 12 integrantes del grupo radical desmantelado el sábado genera inquietud entre las autoridades.
Agencias