El ministro de Transporte Acuático y Aéreo, Hebert García Plaza, aseguró hoy que las líneas aéreas que operan en el país no quieren irse, después de que la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) advirtiera ayer de que es difícil seguir operando en Venezuela.
«Esa fue una información que dio la IATA a nivel internacional, nosotros hemos mantenido mesas de conversación con las líneas aéreas internacionales, a ellos se les ha bajado parte del pago», indicó el ministro a periodistas.
«Yo me atrevo a desmentir de manera responsable que algunas líneas aéreas estén pensando en irse del país, esto es un destino turístico por excelencia», agregó.
El director general de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), Tony Tyler, indicó ayer que varias compañías aéreas ya han «reducido su capacidad y frecuencias» a Venezuela, pero la decisión final de seguir o dejar de operar en este país corresponde a cada aerolínea.
Agregó que «las políticas del gobierno venezolano continúan ignorando las obligaciones internacionales y bloquean la repatriación de los fondos de la industria».
«Ellos están llamados a seguir prestando el servicio al exterior hacia los destinos preferidos del pueblo venezolano y de los turistas que visitan al país», indicó García Plaza, quien reconoció que la compañía estadounidense American Airlines está pidiendo una conversación con el Gobierno.
El ministro indicó que hoy mismo habrá unas «mesas de trabajo» junto al vicepresidente económico, Rafael Ramírez, y el ministro de Turismo, Andrés Izarra, para abordar este tema.
Venezuela ha visto como en los últimos meses ha ido desapareciendo la oferta de pasajes o como estos subían a precios astronómicos como consecuencia de la falta de liquidación de dólares a las aerolíneas, que venden sus pasajes en bolívares en el país.
En Venezuela existe desde 2003 un sistema de control de cambios que deja en manos del Estado el monopolio de la administración y distribución de divisas.
La enorme diferencia que hay entre el dólar oficial (6,3 bolívares) y el ilegal paralelo, que puede superar en hasta 10 veces ese precio, ha hecho que los viajes al exterior se conviertan en una forma de adquirir un cupo de dólares que luego son revendidos ilegalmente.
Ante el impago de la deuda, extraoficialmente superior a los 3.500 millones de dólares, varias aerolíneas han ido anunciado cambios en sus rutas con Caracas, reasignación de los cupos de sus pasajes y suspensiones temporales en sus rutas.
La última ha sido Avianca-Taca, que ayer anunció a la suspensión temporal de su ruta Caracas-San José desde el 7 de abril ante la falta de rentabilidad. EFE