La espiral de violencia que sacude a Venezuela, ligada a las protestas y disturbios contra el Gobierno de Nicolás Maduro, han conducido a este país al borde de una «guerra civil», consideraron hoy en Miami dos importantes grupos del exilio.
«Venezuela, dada la ineficacia e incapacidad de Maduro, está a las puertas de una guerra civil», con un Gobierno que «ha cometido el crimen de lesa humanidad de armar grupos paramilitares», afirmó a Efe José Antonio Colina, presidente de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex).
Advirtió de que «sólo si las Fuerzas Armadas actúan y restablecen el hilo constitucional se evitará una guerra civil» en el país suramericano.
Según Colina, Venezuela se aproxima a un punto de no retorno, dentro de un proceso de desintegración y de crisis aguda marcado por el desabastecimiento de productos básicos, una delincuencia descontrolada y una inflación galopante.
De hecho, las marchas pacíficas que se iniciaron hace algo mas de un mes se convocaron, en gran parte, para «pedir mejoras en materia de seguridad ciudadana, ante tantos asesinatos, y en protesta por el desabastecimiento y la violación de los derechos humanos», precisó.
La fiscal general, Luisa Ortega elevó hoy a 28 la cifra de muertos en hechos de violencia ligados a las protestas contra Maduro.
El exilio atribuye a los denominados «colectivos» o grupos de choque pro gubernamentales la responsabilidad de las muertes registradas, al menos tres, en la jornada de protestas de este miércoles en la ciudad de Valencia, en el estado de Carabobo.
Se trata de grupos «financiados y armados por el Gobierno que atentan contra la sociedad venezolana y, específicamente, contra los estudiantes en sus protestas pacíficas. Están masacrando a los estudiantes», denunció.
Estos grupos paramilitares retratan el «carácter guerrillero y totalitario del régimen de Maduro», apostilló.
En cuanto a la posibilidad de que se produzca un levantamiento de las Fuerzas Armadas, Colina indicó que en el seno del Ejército se han producido «insubordinaciones» recientes, como la protagonizada por tres coroneles que «se negaron a cumplir acciones que violaban los derechos humanos de los estudiantes».
«Y ayer -prosiguió- medio centenar de oficiales del Ejército se negó a reprimir a la población, por lo que fue arrestado».
Por su parte, Gisela Parra, secretaria ejecutiva de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) de Miami, expresó su «rechazo total al desempeño de la fiscal general de Venezuela, «quien no vela por la protección y defensa y los derechos humanos de los estudiantes».
La abogada y exjueza venezolana denunció la parcialización de los órganos judiciales, sometidos a los dictados del régimen de Maduro, «hasta el punto de llegar a aprobar que se produzcan torturas como medio de obtener confesiones».
Coincidió con Colina en que los grupos paramilitares conocidos como «colectivos» están armados por el Gobierno venezolano y «disparan indiscriminadamente». «Estamos en manos de estos grupos que intentan mantener a las personas en un constante estado de zozobra y miedo para controlar a la población», resaltó la exiliada política.
Esta escalada sin freno de violencia y represión en Venezuela viene acompañada, desde hace años, por la «destrucción de la infraestructura económica y la confiscación de la propiedad privada», una obra de demolición del Estado de Derecho que, aseguró, «busca la implantación del estado socialista cubano en forma fraudulenta».
«Tenemos el deber de luchar cuando se deroga la Constitución para transformar el Estado democrático en un estado socialista-comunista», manifestó Parra, para agregar: «Lo que está aquí en pie de lucha es Gobierno socialista y comunista contra Gobierno democrático, de justicia y libertad, como está establecido».
«Tenemos que desconocer este régimen, por ir en contra de la Constitución de todas las formas imaginables», puso de relieve la exmagistrada. EFE