La violencia en el país asiático no se ha detenido a pesar del alto el fuego de un mes dictado hace dos semanas por el principal grupo talibán paquistaní, el TTP
Siete civiles murieron y doce personas resultaron heridas ayer en un atentado suicida dirigido contra un furgón de las fuerzas de seguridad en la ciudad de Pesháwar, en el noroeste de Pakistán, informaron a las agencias una fuente policial.
El ataque ocurrió en un bazar del barrio de Sarband pasado el mediodía, cuando un individuo hizo estallar la carga explosiva que llevaba adosada al cuerpo cerca del vehículo policial, aunque solo hirió a tres agentes, explicó un miembro de Policía local.
Pesháwar es capital de la convulsa provincia de Khyber Pakhtunkhwa, fronteriza con Afganistán y que alberga células talibanes, grupos yihadistas y organizaciones mafiosas que operan a ambos lados de la línea divisoria con el país vecino.
Esta localidad es la ciudad paquistaní más golpeada por el terrorismo y es escenario de continuos atentados.
La violencia en el país asiático no se ha detenido a pesar del alto el fuego de un mes dictado hace dos semanas por el principal grupo talibán paquistaní, el TTP, para impulsar el proceso de negociaciones puesto en marcha por las autoridades.
Pakistán ha experimentado el último año un notable incremento de la actividad terrorista y se ha roto una tendencia a la baja iniciada en 2010.
Según el reciente informe de un centro de estudios local, el año pasado hubo en el país asiático más de 1.700 atentados -un 61 % de ellos perpetrado por el TTP y sus aliados-, en los que murieron cerca de 2.500 personas, un 19 % más que en 2012.
Agencias