El ministro de transporte, Hishammuddin Hussein, anunció que el número de países implicados pasó de 14 a 25 y que la búsqueda del avión se centraba en dos amplios pasillos en tierra y en mar.
Este enorme «reajuste» conllevará inevitablemente «nuevos retos en materia de coordinación y diplomacia», añadió el ministro.
La policía informó de que registró las viviendas de ambos pilotos y examinó el simulador de vuelo que el capitán se había instalado en su casa cuando se confirmó que el avión de Malaysia Airlines que despareció el 8 de marzo había sido desviado deliberadamente por una persona a bordo.
Hishammuddin invitó a no apresurarse a sacar conclusiones sobre el curso de la investigación, la cual se aplica a «todos» los pasajeros y miembros de tripulación -239 en total-, según enfatizó el jefe de la policía nacional, Khalid Abu Bakar.
También se está investigando a los ingenieros que estuvieron en contacto con el avión antes del despegue, añadió Khalid.
El sábado las autoridades revelaron que el sistema de comunicaciones del avión había sido desconectado manualmente, que el aparato cambió de rumbo hacia el oeste y que siguió volando durante horas.
Tanto el primer ministro, Najib Razak el sábado, como Hishammuddin este domingo, se negaron a emplear la palabra «secuestro» y se limitaron a repetir que el patrón de los acontecimientos era consistente con una «acción deliberada» de alguien en el avión.
La nueva búsqueda se realiza en dos posibles pasillos de vuelo, uno que abarca de Tailandia a Kazajistán y uno desde Indonesia hacia el sur del Océano Índico.
El ministerio de Relaciones Exteriores malasio se puso en contacto con 22 países el domingo, incluidos los centroasiáticos Kazajistán, Uzbekistán, Kirguistán y Turkmenistán, y pidió el apoyo de sus informaciones de satélite y de radar.
Francia anunció el domingo que enviará a tres investigadores especializados para participar en las tareas de búsqueda.
Agonía de los familiares
Para los familiares, la noticia de que el avión había sido desviado de forma deliberada añadía más agonía a su larga espera, a pesar de que también les insuflaba esperanzas de que pudiera haber aterrizado en alguna parte.
Los familiares de Bob y Cathy Lawton, una pareja australiana desaparecida, considerearon esta hipótesis como una nueva fuente de preocupación.
«Es una de las peores cosas que podíamos haber esperado», dijo el hermano de Bob, David Lawton, al diario News Limited.
«Aunque estuvieran vivos, ¿a qué están siendo siendo sometidos?», agregó.
El abanico de especulaciones es tan amplio como el de la nueva zona de búsqueda.
Los expertos señalan que desconectar el sistema de comunicaciones requiere un conocimiento especializado, lo cual intensificó la investigación en torno al piloto Zaharie Ahmad Shah y su copiloto, Fariq Abdul Hamid.
Los amigos y compañeros de ambos pilotos los han defendido en diferentes declaraciones, pero el simulador instalado en caso de Zaharie levantó una serie de dudas, aunque comentaristas de aviación han señalado que es algo frecuente.
En cuanto a Fariq, una mujer indicó en televisión que el copiloto había permitido que ella y una amiga viajaran en la cabina del avión durante un vuelo en 2011.
Hishammuddin recalcó que los dos pilotos «no habían pedido volar juntos» a bordo del avión desaparecido.
La otra alternativa, que otra persona se hiciera con los mandos del avión o que forzara a los pilotos, abre otra multitud de posibilidades.
Dos pasajeros iraníes embarcaron con pasaportes europeos robados, aunque Interpol considera que son probablemente inmigrantes ilegales y que no corresponden al perfil de terroristas.
El último contacto por satélite del avión el pasado 8 de marzo se registró casi ocho horas después de su despegue, en torno a la hora en la que según la aerolínea se habría quedado sin carburante.
Hishammuddin señaló que la investigación trataba con «importancia equivalente» a ambos pasillos, pero varios analistas dijeron que la ruta del sur del Océano era más probable. AFP