Están de moda las chicas de la selección Vinotinto que compite en el mundial sub-17 en Costa Rica. En Venezuela, sus éxitos han calado en la población, y ya les reconocen desde diversos sectores, más allá del puro futbolístico. La prensa “tica”, por supuesto, refleja ese estupendo desempeño, y diarios de San José como La República y La Nación insertan elogiosos comentarios, que ganaron más espacio con la victoria frente a Canadá, harto elocuente pues, pone a un equipo suramericano, por primera vez, en semifinales de ese certamen.
Las dudas que pudieran haber quedado luego de una clasificación en la cual las venezolanas practicamente arrollaron con 8 goles a favor y cero en contra, fueron despejadas con la victoria 3-2 sobre las norteamericanas, remontando un 2-1 adverso.
La buena disposicion, la confianza con que enfrentan sus compromisos, ya habían sido avertidos. Pero ese mismo empuje, ante un rival de mayor envergadura (el f’útbol femenino canadiense tiene reconocimiento general), presentó otras facetas merecedoras del comentario: si el adversario neutralizó el 1-0 inicial y se colocó adelante 2-1, ello no significó merma alguno en las características criollas, pues al contrario, repuntaron no solo en el marcador, sino en el mismo control del juego, al extremo de dominar la segunda parte y generar incluso un par de oportunidades que pudieron significar un marcador abierto.
Claro que ello no es solo entusiasmo, coraje. También hay buen aprovechamiento de los fundamentos del fútbol, advertido desde el mismo planeamiento del cuerpo técnico. Y demostración de que asi como las goleadoras Denys Castellanos y Gabriela García apuntan alto con su quehacer individual, hay firmeza y coordinación en el trabajo defensivo, seguridad en la guardameta Rodríguez y, como lo señalaban comentaristas de Costa Rica, claro sentido de profundidad ofensiva.
Ejemplos de esto último personalizan diarios “ticos” en Yosneidy Zambrano y Lourdes Moreno, autoras de habilitaciones que demuestran claridad, amplia visión del juego, así como maniobras (enganches, cambios de ritmo y anticipaciones), dentro de un colectivo que alcanzó una cota insospechada para la mayoría.
Rival de Venezuela, en semifinal, será la selección de Japón, invicta también pero además sin conceder goles en cuatro partidos, que alcanzaron esa fase venciendo 2-0 a México. Favoritas desde el comienzo por su buen dominio del balón, su acoplamiento y fogueo, las asiáticas serán un difícil obstáculo para la aspiración criolla de acceder a la final.
Hay, sin embargo, talento y la misma disposición. Ya con un lugar ganado en la historia del deporte nacional.
Armando Naranjo
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