Grupos afines y opositores al presidente Nicolás Maduro se culparon hoy mutuamente de sendos ataques perpetrados en las últimas horas con bombas caseras incendiarias en los estados de Aragua y Zulia, que no dejaron víctimas, pero sí pérdidas millonarias.
El alcalde del municipio de Girardot, Pedro Bastidas, afín al Gobierno de Nicolás Maduro, dijo al canal estatal VTV que oficinas y automóviles del ayuntamiento bajo su mando y de la Cámara Municipal de Maracay, capital de Aragua, resultaron destruidos.
Nueve de una treintena de «vándalos fascistas» que perpetraron el ataque «ya fueron detenidos», señaló.
En Zulia, la coordinadora regional del partido opositor Voluntad Popular (VP), Desireé Barboza, denunció que la sede política fue atacada esta madrugada «con bombas molotov» por un grupo de supuestos seguidores de Maduro que llegaron al lugar en motocicletas, desde las cuales arrojaron los explosivos.
Además de daños exteriores en la sede de VP, cuyo líder nacional, Leopoldo López, se encuentra preso desde el 18 de febrero acusado de incitar la violencia en una manifestación el 12 de ese mes en Caracas, Barboza mostró a los periodistas «puertas violentadas, señal de intentos infructuosos de ingresar en nuestras oficinas», sostuvo.
Además del edificio de VP, se vio afectado un recinto médico vecino porque, añadió la mujer, «los violentos derribaron aires acondicionados y quemaron parte de su fachada, en su afán de penetrar en las instalaciones de Voluntad Popular».
«Es inconcebible que grupos paramilitares cometan estos actos vandálicos y los cuerpos de seguridad del Estado no actúen», añadió al destacar que «a escasos 200 metros» se ubica un cuartel militar.
El coordinador político y concejal de Maracaibo, Ángel Machado, relató junto a Barboza que son «constantes los ataques» a las instalaciones de VP desde que López llamó el 12 de febrero a pedir en las calles «la salida» de Maduro pero sin el uso de la fuerza.
«En reiteradas oportunidades nuestra sede ha sido atacada, porque están buscando intimidarnos, pero no nos callarán», sostuvo.
En San Cristóbal, capital del estado de Táchira, al igual que Zulia y donde los hechos violentos han sido más constantes, el Instituto de Vialidad (IVT) reportó hoy que un 70 % de las barricadas han sido levantadas.
«Hemos logrado despejar zonas que se encontraban bajo el control de grupos violentos de la oposición, quienes causaron daños a las comunidades con las anárquicas barricadas que obstruyeron el libre tránsito y menoscabaron el derecho a la salud, al trabajo, a la educación y a la recreación», dijo a periodistas Nilton Trejo, presidente del IVT.
En las labores de limpieza participan obreros del IVT y de otras instancias públicas, escoltados por uniformados de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), destacó.
Algunas protestas contra el Gobierno han derivado en hechos violentos que han dejado un saldo de 37 muertos, incluidos ocho miembros de las fuerzas de seguridad, 559 heridos y 2.000 detenidos, de los cuales la mayoría han recuperado su libertad. EFE