Parte de esta crisis económica es consecuencia de la incapacidad del Estado y del sector privado para trabajar en conjunto. Los intentos de diálogo y acercamiento que ha tenido el Gobierno con empresarios nacionales en las últimas semanas son positivos, lo imprescindible es, que no sólo sirvan como estrategia política, sino como el inicio de un reencuentro nacional
Guillermo Amaro Chacón
Se cumplen 56 días de haberse iniciado las protestas estudiantiles, que desde el pasado 12 de febrero arrancaron en casi todo el país. La matriz de opinión se ha enfocado predominantemente en éstas, y en el caos que Venezuela ha vivido durante los meses de febrero marzo.
En estos días en proporción a su magnitud, poco se reconoce o se habla del problema económico que golpea al país. La aprobación de recursos extraordinarios para el Ministerio de Agricultura y Tierras por 8.700 millones de bolívares, destinados para créditos productivos en el campo; y para adquirir «reservas extra- alimentaria y de fármacos», por un monto que asciende a 3.400 millones de dólares, parecen un buen síntoma. La medida, anunciada por el Jefe de Estado, es para evitar que «nuestra Patria sea doblegada por el hambre».
También anunció la aprobación de 24 mil millones de bolívares y 105 millones de dólares para expandir Mercal y de 18.513 millones de bolívares para la red comercial CASA, lo que suma un total de 42 mil millones de bolívares.
Ahora bien, es importante no limitarse solo al diagnóstico o identificación de los problemas. Es necesario reflexionar sobre la economía venezolana, también tratar de plantear soluciones frente a la aguda crisis que está en desarrollo. En mi criterio, de no adoptarse acciones urgentes y puntuales, podríamos encaminarnos hacia una inminente hambruna en amplios estratos sociales.
Mi enfoque de esta semana va dirigido a reivindicar el rol de los empresarios para ayudar a contener el creciente desabastecimiento.
Parte de esta crisis económica es consecuencia de la incapacidad del Estado y del sector privado para trabajar en conjunto. Los intentos de diálogo y acercamiento que ha tenido el Gobierno con empresarios nacionales en las últimas semanas son positivos, lo imprescindible es, que no sólo sirvan como estrategia política, sino como el inicio de un reencuentro nacional. Esta es la clave para lograr producir en el tiempo, buena parte de los recursos que han escaseado durante los últimos años. Se necesita un cambio respecto a la relación Estado-empresarios, donde el sector público se encuentre con el sector privado.
Empresario es empresario, no es político. Cada quien debe ejercer su rol en la sociedad, y el rol de los empresarios es producir. Los empresarios en su actividad, deben de dejar las ideologías políticas a un lado, disponiéndose a trabajar en conjunto con el Gobierno para crear productos y servicios que mejoren la calidad de vida del venezolano, y de esta forma fomentar la producción nacional. Ésta es una de las herramientas que se necesita para tener una economía más estable.
*** Los empresarios: Deben aprovechar la oportunidad que está impulsando el Gobierno, y tratar de trabajar en conjunto con el Estado.
*** En el Gobierno: Debe existir la flexibilidad y disposición de trabajo con los empresarios en todo momento, y no sólo en tiempos de crisis. Se deben dictar medidas económicas que incluyan tanto al sector público como al privado.
La calle habla, y hoy afirma que es necesario mejores relaciones entre el sector privado y el Estado para evitar un estallido social, que eventualmente ante una crisis económica tan aguda, podría ser inminente.